Yo me inclino por pensar que es un efecto claramente relacionado con la brutal contaminación lumínica de Madrid. Si el cielo estaba cubierto o parcialmente nuboso no tengo la más mínima duda.
Esa claridad es normal en cualquier lugar, incluso en pleno campo con abundante nieve, porque el reflejo ilumina parcialmente el cielo. Eso se puede comprobar fácilmente cuando en plena naturaleza es perfectamente posible ver el paisaje nevado, mientras que sin nieve cuesta apreciar los rasgos.
Ahora bien, una cosa es eso y otra lo de Madrid, porque la tonalidad rosa debe tener que ver con fuentes de luz. Si lo recuerdas, muchas montañas se ven rosas cuando están nevadas y les llega la luz rasante del Sol que se está poniendo por el horizonte contrario. Se trata de un tema de dispersión de la luz en la armósfera. En Madrid seguramente teníais una mezcla del espectacular reflejo de la nieve y de la contaminación lumínica.
Supongo que es esto, vamos. Para ilustrarte el alcance de la contaminación lumínica de Madrid te diré que los que observamos el cielo podemos ver el arco lumínico de la capital desde la provincia de Teruel
. Yo, con varios amigos, lo he visto desde tres puntos diferentes de Teruel: Javalambre, los Montes Universales y la cumbre de Sierra Palomera, o sea a unos 200 kilómetros de distancia. Eso en noches despejadas y normalitas. Con nieve, la polución lumínica de Madrid además se proyecta como si tuviera un espejo hacia el cielo.
Saludos