Calidas noches:
Para recordar, que el frío, como Teruel, existe, me he permitido consignar la temperatura de Ojmjakon a las cinco de la mañana hora local, en el extremo nororiental de Siberia, el llamado polo del frío, para calentarnos con la lumbre de un invierno que se empeña en seguir pasando de puntillas por nuestros territorios.
Aunque todavía lejos de su record absoluto que creo es de -73º, sirvan estos -55º para exhalar el vaho que no sale de la boca a 20º.
Su rival Verhojansk sólo podía aportar unos pírricos -39º a la misma hora. Una bagatela...
Ni el transcanadiense puede medirse con el corazón de Siberia.
Dientes largos a todos.