Un año más se repite la misma historia en los embalses alaveses de Ullibarri y Santa Engracia (están unidos por una galería, por lo que los podemos considerar como uno solo).
Después de un periodo de más o menos sequía llega un periodo de lluvias y nieves y las características del río Zadorra, por el que desagua el embalse de Ullibarri, obligan a desembalsar agua por precaución. Este río pasa por diversas zonas industriales de Vitoria y a nada que se desborde causa muchos daños en estas industrias, por lo que se comienza a desembalsar agua bastante antes de llegar al límite (ahora los embalses están al 90%), en previsión de que nuevas lluvias obliguen a soltar agua menos controladamente y las inundaciones sean serias.
Os pongo unas fotos de la presa de Ullibarri ayer por la tarde, soltando agua por tres de sus siete aliviaderos, a razón de 20 m3/s. El otro pantano turbinaba 30 m3/s hacia el valle vizcaíno de Arratia, donde se genera electricidad.
Es una lástima que toda esta agua no se pueda llevar a otros sitios donde tanto la necesitan... ¡Qué desperdicio!
Estas dos curiosas fotos de Santa Engracia demuestran que por aquí la sequía ha terminado.
A todo esto seguía lloviendo y los chaparrones dejaban bonitas cortinas de precipitación, creo que de nieve granulada, ya que un poco más tarde me pareció ver cosas sólidas contra el cristal del coche.
Entre chubasco y chubasco este es el espectáculo que se ofrecía.
Espero que os haya gustado, y que aquellos de vosotros que viváis en zonas donde la sequía sigue siendo feroz no os tiréis demasiado de los pelos al ver tanta agua perdida...
Bueno, no del todo perdida, algún embalse aragonés del Ebro la recogerá.
Son cosas de vivir en el norte, donde en quince días se pueden llenar pantanos.