Amanecer detrás del Wetterhorn (3692 m), foto tomada ahora desde nuestra casa en Grindelwald.
Último día. Cara norte del Eiger desde el tren que sube de Grindelwald a Kleine Secheidegg (2061 m).
Idem
Idem
Esta foto es un zoom de la anterior (como las anteriores tomada desde la ventanilla del tren en marcha). Pretendemos subir al observatorio de Jungfraujoch (3454), a través de un tren cremallera que asciende desde Kleine Scheidegg (2061 m), salvando los 1400 m de desnivel, introduciéndose en el interior de la montaña. Atraviesa el Eiger y el Mönch a través de un túnel excavado en la roca, con varias paradas intermedias. En esta foto se ven las ventanas de la primera parada, la que hay en plena cara norte del Eiger, a unos 2888 m. Impresionante !!!
Podéis buscar las ventanas en las demás fotos de la pared teniendo como referencia las "chorreras" negras de la piedra que tienen en su parte superior izquierda.
Llegando a Klein Scheidegg.
Un zoom a la famosa "araña".
Ahora estamos en las inmediaciones de Eigergletscher (2320 m), última parada al “aire libre” del tren antes de entrar en el túnel de la cara norte. Las siguientes tres fotos están tomadas desde dentro de la susodicha parada, en el interior de la cara norte.
Las tres fotos tienen un ligero velo que disminuye el contraste porque están tomadas a través de unos gruesos (y sucios) cristales. Abajo se ven los soleados prados de Grindelwald. Nuestra casa anda por ahí perdida.
Llegamos arriba. Esquema del laberinto de galerías, miradores, tiendas y museos del Complejo del Observatorio de la Jungfraujoch.
El observatorio.
Idem.
Idem.
Idem.
La Jungfrau (4158 m) desde el observatorio.
Idem con cencellada.
Cencellada en los postes que rodean el observatorio.
Aquí comienza la contribución principal del Glaciar de Aletsch. El glaciar más grande de los Alpes, 23 km, y de Europa continental.
Desde aquí se puede hacer una bonita y fácil travesía hasta el refugio del Monchsjochhutte (3627 m) al pie del Mönch.
En este tramo que discurre entre los 3400 m y 3600 m nos tuvimos que poner literalmente en manga corta del calor que hacía: el sol penetraba entre las débiles nubes con toda su fuerza, sin nada de viento y además íbamos subiendo.
Curiosamente, a la vez que hacía calor, caían constantemente del cielo casi despejado cristalitos diminutos de hielo. Formaban un precioso halo si se tapaba el Sol con algún objeto. Esta foto y alguna otra, como alguno habrá comprobado, forman parte de nuestro Atlas de Nubes y Meteoros.
Refugio del Monchsjochhutte (3627 m).
En plena nevada, de vuelta al observatorio de la Jungfraujoch, para coger el tren de bajada hacia Klein-Scheidegg y luego transbordo y bajada a Grindelwald.
Andando por pasillos de hielo hacia la estación.
Llegando a Grindelwald.
Bonito arcoíris en la bajada.
Nos reciben nuestras cabras ….
Hogar, dulce hogar …
La cara norte del Eiger iluminada por la luna. La luz en la pared es de la estación de tren mencionada.
Hasta siempre Eiger, señor de las estrellas y borrascas.