Los halos son grandes círculos luminosos que aparecen en la atmósfera como anillos concéntricos del sol o de la luna. Por lo general presentan un aspecto blanquecino, aunque también pueden presentarse con los colores del arco iris: el rojo en el interior, al que siguen los demás colores, y el azul en el exterior, limitando el halo. Pueden existir uno, dos o más círculos a la vez.
Este fenómeno óptico se debe a la refracción de los rayos de luz a través de los cristalitos de hielo que integran los cirros y cirroestratos (prismas hexagonales huecos y placas hexagonales). Sin la presencia de estas nubes no pueden producirse los halos, los cuales adquieren una singular importancia y gran belleza en las regiones polares.
Como para la formación de cristales en las nubes es necesaria la baja temperatura, no debe sorprender que los halos sean más frecuentes en invierno que en verano.
Cuando este meteoro se presenta completo se ve en el centro el sol, rodeado de "halo ordinario", de 22º, según las características que hemos descrito. Concéntrico a este anillo aparece otro mayor: El Halo Grande o extraodinario, de unos 46º de radio, con colores menos intensos. Ambos círculos se ven cortados por su parte media, paralelamente al horizonte, por el llamdo "círculo parhélico", que es una larga faja blanca que da una vuelta horizontalmente al conjunto, como si fuera un anillo tumbado. En su cruce con el halo ordinario se forman dos imágenes brillantes del astro rey, las cuales reciben el nombre de "parhelios" ó "falsos soles", de color rojo en el lado dirigido al sol y verde en el opuesto. Sobre el mismo círculo parhélico, en el interior y cerca del halo grande, se originan dos parhelios secundarios, bastante más débiles que los anteriores.
Finalmente el fenómeno va acompañado de arcos luminosos que se presentan taangentes a los halos y que son de gran belleza.
Cuando este meteoro óptico es provocado por la luna, las imágenes correspondientes a los parhelios reciben el nombre de "paraselenes" o "falsas lunas". Los halos lunares son más fáciles de distinguir qye los solares y se muestran muy a menudo durante las noches de invierno.
RELACIONES ENTRE LOS HALOS Y LA LLUVIALa presencia de los halos obedece a la refracción de la luz solar, al atravesar las partículas de hielo de que están formados los cirros y cirrorestratos. Y la relación de estas nubes y el período de lluvia se atribuye, según las modernas concepciones de la estructura de los ciclones y borrascas, a la presencia de nubes a diferentes alturas delante de un núcleo ciclónico.
Al avanzar las perturbación o borrasca las nubes se presentan siguiendo éste orden:
1º: Cirros
2º: Cirroestratos
3º: Altoestratos
4º: Nimboestratos, que finalmente producen la lluvia
Como es natural existe un intervalo entre el paso de los cirros (halo) y el de los nimboestratos (lluvia), por lo que fijando la hora de la aparición del halo puede calcularse de manera aproximada la llegada de la lluvia ciclónica.
En España, de acuerdo con observaciones realizadas en distintas regiones y sin pretender una exactitud científica para cada provincia, puede establecerse según la siguiente tabla:
Invierno: Lluvia en 24 horas
Primavera: Lluvia en 35 horas
Verano: Lluvia en 37 horas
Otoño: Lluvia en 42 horas
estos valores son un promedio estadístico, por lo que en casos particulares la lluvia se produce antes de las 24 horas o después de las 42. A veces también puede ocurrir que las condiciones atmosféricas de la depresión ciclónica son modificadas por las regiones por las que sobrevuela, lo que determina que no se produzca la lluvia prevista.
Esquema de los halos y sus variantes alrededor del sol:Los arcos señalados con una "A", se corresponden con los arcos de Lowitz. Son poco usuales y se forman al extenderse los parhelios de tal forma que los arcos se cruzan en dirección al sol
Categoría: Halos
Autor: Llevantada
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