Pues sí, un brillante espectáculo vespertino para rematar la faena; toda una tarde salpicada de núcleos convectivos que, sin originar fenómenos eléctricos (o al menos yo no me percaté), efectivamente pudieron mostrar en amplias extensiones un conglomerado de "pequeñas coliflores"
, chubascos intensos y un vistoso arco iris.
El municipio de la quijotesca "Dulcinea", El Toboso, con sus mejores galas coloristas a última hora de la tarde...
Desde una ermita, un curioso
Capillatus...
Con el sol iluminando ya otras zonas del planeta Tierra
, seguian creciendo estos bellísimos cúmulos con las luces del crepúsculo. Al pie de la primera foto el pueblo de El Toboso.
Unos momentos vistosos y singulares, saludus.