Los récords de precipitación máxima en 24 horas en
Alicante se han dado en otoño. En la propia ciudad de Alicante se han superado los
200 mm. en dos ocasiones, siendo 337 mm. la media para todo un año:
270,2 mm. el 30 de septiembre de 1997 (156 mm. cayeron en una sola hora).
220,2 mm. el 20 de octubre de 1982.
Otras cifras de precipitación en diversas ciudades de la provincia son:
878 mm. en
Jávea, el 2 de octubre de 1957 (media anual: 600 mm.) El 3 de octubre el cielo les volvió a obsequiar con 100 mm.
377 mm. en
Denia, el 4 de noviembre de 1987 (media anual: 700 mm.)
316 mm. en
Orihuela, el 5 de noviembre de 1987 (media anual: 291 mm.)
284 mm. en
Alcoy, el 30 de septiembre de 1986 (media anual: 479 mm.)
Como podeis ver en algunos registros se supera en un día la cantidad media de precipitación de todo un año. Además, estas lluvias no se dan nunca en 24 horas de lluvia continua, sino en periodos más cortos e intensos. Así, las lluvias que ha habido en
Alicante de más de
200 mm. han sido en menos de 6 horas, por lo que su intensidad es muy elevada.
La zona más lluviosa de la
Comunidad Valenciana, y donde se dan los aguaceros más intensos es el sur de Valencia y norte de Alicante. En las comarcas de
La Marina Alta y
La Safor no son extrañas lluvias de más de
200 mm. en un día, no solo en otoño, sino en invierno y primavera. En situaciones de gota fría han superado en muchas ocasiones los
500 mm.En un artículo de
Antonio Gil Olcina menciona lo siguiente:
La celebre crecida de "Santa Teresa", la mayor de que hay noticia histórica en el Segura, acaecida del 14 al 15 de octubre de 1879, con funestas consecuencias para el Valle del Guadalentín, Huerta de Murcia y Vega Baja, tuvo por causa en palabras de Pardé "uno de los diluvios más mortíferos de los anales hidrológicos europeos". Del informe de los ingenieros comisonados se desprende que la precipitación media, al menos durante una hora, sobre algún sector de la cabecera del Guadalentín habría alcanzado 10 mm./minuto; sería este un valor prácticamente límite, muy difícil, aunque no me atrevería a decir imposible de superar.