En la Semana Santa de 2007 sobrevolé Siberia y el Gobi para ir a Corea: es impresionante. Los ríos que se ven desde el avión están petrificados, y llaman la atención especialmente en el desierto, por el contraste con la tierra seca. Meses y meses de temperaturas bajo cero.
Y eso que vi la parte más templada de Siberia, Novosibirsk y Ekaterimburgo, donde la media de enero no creo que sea muy inferior a -20º... horas y horas volando sobre la nieve.
Desde entonces me atrae enormemente la idea de hacer el Transiberiano, pero éste ni se acerca a Verjoiansk y Oymyakon.