El cometa ISON, a punto de realizar su vuelo 'kamikaze' cerca del SolActualizado: 28/11/2013 15:06 horas
Los astrónomos de todo el mundo están hoy muy pendientes de la trayectoria del cometa ISON, que está a punto de 'rozar' el Sol, para comprobar si el astro sobrevivirá su vuelo 'kamikaze' cerca de nuestra estrella.
ISON, un enorme fragmento de roca que tiene una antigüedad estimada de 4.600 millones de años, tardó cinco millones de años en llegar desde el exterior del Sistema Solar hasta el Sol, según ha explicado Alex Young, del Centro de Vuelos Espaciales Goddard en Maryland, en una transmisión vía Internet publicada en la página web de la NASA.
La máxima aproximación al Sol el cometa será de alrededor de un millón de kilómetros, indicó el especialista.
"Lo que lo hace verdaderamente fascinante es que (el cometa) es un fósil de una etapa temprana del Sistema Solar", añadió.
El fenómeno de aproximación que se producirá el jueves coincide con el tradicional Día de Acción de Gracias que se celebra en Estados Unidos.
Young indicó que ISON es muy grande, por lo que espera que sobreviva tras 'rozar' el Sol. Otros expertos, en cambio, sostienen que el calor de nuestra estrella derretirá el hielo que mantiene unidos los fragmentos del cometa, lo que podría hacer que se desintegre.
"Estudiar cometas nos permite observar al pasado y determinar cuáles eran las condiciones del Sistema Solar hace 4.500 millones de años", dijo Young.
El viaje de ISON cerca del Sol será también una oportunidad para que los científicos puedan estudiar la atmósfera de nuestra estrella.
Young indicó que ver a este cohete es una oportunidad que se da "sólo una vez en la vida". "Es un cometa prístino ... y no volverá", añadió.
La primera 'prueba de fuego'
ISON, visto por primera vez en septiembre de 2012 por astrónomos rusos, es un cometa especial que procede de la nube de Oort, una burbuja que rodea todo el Sistema Solar y que, según las estimaciones de los astrónomos, está formada por los restos de la nebulosa que dio lugar al Sol y los planetas hace 4.600 millones de años.
Nada más descubrirse, ISON destacó por su enorme brillo -considerando la gran distancia que le separaba del Sol- y, desde entonces, astrónomos de todo el mundo esperan divididos que el cometa pase su primera prueba de fuego: el paso por el perihelio, que será el momento en que estará más cerca del Sol.
La mayoría de los cometas son pequeños cuerpos sólidos helados que sufren cambios dramáticos según se acercan al Sol y sube la temperatura: los hielos que albergan en su interior se calientan, subliman (evaporan) y liberan polvo que reflejan la luz solar y que da lugar a la mancha difusa que envuelve al núcleo (coma) y la cola.
José Luis Ortiz, un investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) que participa en una campaña de observación de ISON, explica que "al igual que le está pasando a ISON en las últimas semanas", los cometas registran episodios puntuales de violenta actividad en los que su brillo se intensifica súbitamente.
"No se conocen bien los mecanismos que causan estos estallidos de actividad pero en la mayoría de los casos se producen cuando al acercarse al Sol los hielos que albergan en su interior reciben el calor del Sol y se evaporan bruscamente", señala Ortiz.
En el caso de ISON, lo más probable es que "el eje de rotación de este cometa haya estado alineado con el Sol, con lo que siempre recibía la luz solar sobre el mismo hemisferio, pero ahora, al moverse en la órbita y cambiar su orientación, el cometa recibe luz donde antes no llegaba y sublima hielos ocultos", puntualiza.
Temperaturas de 5.000 grados
En su viaje hacia el perihelio, que tendrá lugar en tres días, el cometa estará a 2,7 radios solares (1,8 millones de kilómetros) del Sol y alcanzará temperaturas de unos 5.000 grados, entonces podrán ocurrir dos cosas: que el calor provoque en ISON un intenso periodo de actividad que aumentará considerablemente su brillo, o que, simplemente, lo desintegre.
En ese momento, ISON estará tan cerca del Sol que sólo se podrá ver con telescopios equipados con coronógrafos (filtros que tapan el disco solar y permiten ver lo que hay en las cercanías del astro) y que están colocados en satélites específicos, pero "en Tierra tendremos que esperar unos días después para verlo al amanecer".
Por ahora, los científicos observan el viaje kamikaze de ISON "divididos al 50 % entre los que piensan que no superará la prueba y los sí".
Aunque finalmente ISON no ha resultado tan luminoso como se predijo, sigue siendo "único" porque si sobrevive será prácticamente la primera vez que se observe la actividad de un cometa desde su descubrimiento.
ISON "será un aliciente más para mirar al cielo, porque estará a la vista de todos, incluso en diciembre y enero será observable a simple vista durante gran parte de la noche", concluye.
http://www.elmundo.es/ciencia/2013/11/28/52973dba63fd3d603e8b4580.html?a=918f472cdc2ff8954cf47feb75901969&t=1385649770