No encuentro calificativos para esto. La intensidad vuelve a ser brutal, la más bestia del episodio y también del anterior, es como los momentos de nevada intensa de enero del año pasado (¿la diferencia? aquella duró horas)
No para, es increíble.
Arrgh, puedo vislumbrar un amenazante claro entre el gris de los trapos que caen. Espero que esto no acabe aquí, aunque sería una despedida para el recuerdo.