Impresionante, Borinot. No quiero ni imaginar las tempestades que habrá soportado esa garita. Por cierto, el equipo de Scott, en su vocación científica (realmente es lo que les diferenciaba de Amundsen y los suyos, a parte de la flema británica, claro) no dejaron de tomar datos ni un solo día de los que estuvieron en la Antártida. De hecho, creo recordar del libro "El peor viaje del mundo" que uno de los integrantes (¿Keohane?) llegó a perderse en una ventisca por ir a tomar datos a lo alto de una colina, regresando de pura chiripa a la cabaña en estado de hipotermia.
Por otro lado, llama la atención lo poco que ha cambiado el modelo de garita en 100 años. Es clavado a los oficiales de Aemet.