Realmente, el tercio más oriental de la Meseta y el Ibérico oriental, siendo este último claramente el más destacado, son zonas proclives para desarrollar grandes convecciones estivales; incluso de forma más o menos clara se reflejan en los climogramas, en algunos enclaves turolenses es bien sabido que el verano constituye un máximo de pluviometría anual, así como las mayores pluviometrías de la época estival de toda la Meseta Sur se observan en su tercio este. Igualmente podríamos meter en el saco al tercio oriental de los Sistemas Béticos.