Vaya por delante, esto es una especie de "remix" un poco pasado ya, data del 2009, lo pongo por si alguien le apetece echar un vistazo por aquí.
Gran parte de los fenómenos meteorológicos vienen dados por el desarrollo y evolución de nubes, de muy diversa tipología. Su naturaleza determina los tipos de temperie que afectan a un lugar concreto, pudiendo ser muy dispares, y el estado emocional de las personas, cuando no otros aspectos de sus vidas. Veamos, pues, que podemos encontrarnos enfrentando nubosidad con desarrollo predominantemente estratificado, ante otra cuya razón de ser es la marcada verticalidad; todo un año en 24 horas, doce momentos que simbolizan los doce meses del año, por ejemplo 2009.
MOMENTO Nº 1: INVASIÓN SILENCIOSA. Llega la noche, llega el embrujo. La niebla hace acto de presencia e invade la urbe, eso si, de una forma especialmente pacífica, sin hacer un solo ruido. Mirando al cielo, una mitad ve las estrellas, la otra un opaco velo de condensación. El fascinante juego de luces y texturas atrapa la mirada, la magia es posible. 11 de diciembre de 2009, Consuegra.
MOMENTO Nº 2: ISLA HUMEANTE. Estratificación y calma absolutas. La actividad humana prosigue, “sumergida” bajo el océano nebuloso. Curiosa y afortunadamente, nadie parece ahogarse. 11 de diciembre de 2009, Consuegra.
MOMENTO Nº 3: MAR DE SEDA. El manto de seda se desliza delicadamente acariciando la urbe, y, de paso, a una inmensa llanura: La noche es un auténtico poema tejido con las gotas del rocío, las estrellas, la niebla y el frío. Quietud y paz absolutas, ni un ínfimo sonido irrumpe en este hipnótico edén, tan sólo únicamente, el melancólico ulular de un búho real y un búho chico son los que impregnan de magia al paraíso con mar de seda. 30 de enero de 2009, Consuegra.
MOMENTO Nº 4: AMANECER HECHIZADO. Al alba, los cambios de colores y luminosidad del cenit anuncian el retiro de la nocturnidad. El frío crece y pretende ganar posiciones. Abajo, un mar de nubes protector, arropa, cual manta, a la llanura. El encantamiento sigue haciendo efecto. 30 de enero de 2009, Consuegra.
MOMENTO Nº 5: EMERGIENDO. “Emergiendo” como si fuera un submarino, el astro rey asoma su faz desde el océano nuboso formado por la niebla, por cierto sin apenas “oleaje”, visiblemente encalmado. 30 de enero de 2009, Consuegra.
MOMENTO Nº 6: RETIRADA. Los primerizos y tibios rayos de sol descubren una visión nueva del mar de nubes, que parece extenderse de forma infinita por el horizonte. A no mucho tardar, el encantamiento se retirará, aguardando su próxima oportunidad. 30 de enero de 2009, Consuegra.
MOMENTO Nº 7: VERTICAL... ASCENDENTE Y DESCENDENTE. Situación límite en un pequeño pueblo, la fortísima tormenta impone el caos más absoluto, varias riadas discurren por el casco urbano arrastrando hasta coches, el granizo arrasa los cultivos. Observando atentamente a la culpable de este castigo celestial, destacar la compacta cortina de pedrisco delatando un vigoroso “downburst”, el cual presenta muy bien definida una prolongación horizontal, acompañando a las fuertes ráfagas de viento, causadas por el tremendo impacto contra el suelo. Esto, frecuentemente es denominado por los norteamericanos como “forma de bota”, y sirve en la práctica y visualmente, para diferenciar un “downburst” de un desplome ordinario. Igualmente se aprecia un yunque de tipo cumuliforme (“cumuliform anvil”), incluso con llamativos desarrollos invertidos; todo ello alimentado por un vigoroso “flanking line”, a la derecha de la imagen, de regeneración constante y sostenida. Signo todo ello de severidad máxima, como así sucedió. Hasta una pequeña “tuba”, al menos, dejó asomarse. En cuanto a precipitación, estamos hablando de máximos, probablemente, cercanos a los 100 mm. en una hora y media. 8 de agosto de 2009, Las Pedroñeras.
MOMENTO Nº 8: SUPERCÉLULA VIAJERA. Detrás de unos estratos rastreros en primer plano, se eleva abruptamente una supercélula solitaria dirigéndose en dirección sureste buscando al Mediterráneo, integrante de una sucesión de supercélulas procedente de Teruel que a su paso va causando daños agrícolas por pedrisco. Una vez más y como tantas otras veces, la cara y la cruz de la meteorología al unísono, materializadas en un único cóctel de sabor agridulce. 9 de julio de 2009, Requena.
MOMENTO Nº 9: ANIMALADA DE CUMULONIMBO. Explosivo desarrollo convectivo, conformando el extremo sur de una línea de turbonada severa, con desplazamiento en dirección este. Los rumiantes, completamente ajenos, centrados en sus perentorias necesidades, ignoran que apenas unos kilómetros al norte, el panorama es muy distinto, siendo pasto de granizadas de gran tamaño; “large hail” que llaman los especialistas norteamericanos. 9 de agosto de 2009, Minaya.
MOMENTO Nº 10: VERTICALIDAD EXPLOSIVA. Parece no existir freno para este sistema convectivo. Masiva manifestación de convección atmosférica en estado puro, que se propaga hacia arriba, hacia abajo... en todas direcciones. La próxima puesta de sol otorgando su particular nota de originalidad, en atención a lo cual anuncia a bombo y platillo que la nocturnidad regresa nuevamente. 9 de agosto de 2009, Minaya.
MOMENTO Nº 11: LA QUE SE AVECINA. A veces, estos desarrollos verticales, convierten la noche en día, con potentes juegos de luces eléctricas. A todo esto, un amenazante frente de racha, cuyas “barbas” casi van lamiendo el mar en su avance, va en mi caza y captura. Estaba temblando, por la sensación de viento húmedo desapacible, y creo que de miedo... 15 de septiembre de 2009, Jávea/Xàbia.
MOMENTO Nº 12: EL AZOTE DEL MAR. Intensa actividad tormentosa en mitad de la madrugada, y en medio del Mediterráneo. Instantáneamente un larguísimo rayo desborda el cumulonimbo (a tenor del origen del mismo, seguramente de signo positivo) y parece dar un inmenso latigazo azotando la superficie marina. 15 de septiembre de 2009, Jávea/Xàbia.
Y pronto dará comienzo un nuevo día... o año, según se mire...
Saludus.