Quisiera hacer un comentario que demuestra lo dicho: el "Calaix de Sastre" del Baró de Maldà, un aristócrata, cuenta como hacia la década de 1760 algunos inviernos se había llegado a ver helar el puerto de Barcelona delante de Montjuïc en marzo (el mes en que el Mediterráneo alcanza su temperatura más baja). Este fenómeo, cómo no!, en el siglo XX sólo se produjo en el mítico febrero de 1956. Las viejos del lugar cuentan que en la Costa Brava algunas calas con aguas calmadas a sotavento de la tramontana se helaron.... La verdad es que sueño con poder bajar un día de invierno a la playa y poder ver el Mediterráneo helado!