Una de las cosas que siempre me han llamado más la atención es poder estar paseando por la playa (en invierno, claro) y ver detrás tuyo la Aitana nevada, es una gozada.
La leyenda del Puig Campana y la isla de Benidorm la había oido, y la verdad es que cuando lo ves parece muy creible por la posición de ambas.