Estos tipo de cirros forman parte de una especie en la que cada elemento nuboso está constituído por un pequeño copo de aspecto cumuliforme, cuya parte inferior, más o menos desgarrada, va acompañada de una especie de virga. Este término se aplica también a los cirrocúmulos y a los altocúmulos.
Los cristales de hielo de los que estan compuestos estas nubes en ocasiones, tienden a desprenderse de la nube principal y son arrastrados por las corrientes de aire que existen en las capas superiores. Los cristales de hielo se evaporan debido a que en su descenso encuentran capas de aire más caliente y comienzan a formar esas "colas" que caen del núcleo principal de la nube.