Climatología Global en las bajas latitudes. C.R.U. 1850 - 2018

Hola.

Les ofrezco un interesante gráfico que resume la evolución climática entre los 30º de latitud norte y los 30º de latitud sur.   Representa justo la mitad del peso calorífico que determina la temperatura global de nuestro planeta.

Se parte de la información de los datos mensuales que facilita C.R.U. hasta finalizado el año 2018.

La Temperatura media entre los 30ºN y los 30ºS es de 24,4763ºC.   Aunque cabe destacar que entre los 30ºN y 00º la temperatura promedia los 25,0510ºC  y entre los 00º y los 30ºS ésta baja a los 23,9016ºC  (en una altitud promedio de cálculo de 145,63 metros);  esta sería una de las principales razones del por qué la mayoría de las tormentas tropicales se originan en el hemisferio norte.

En la información de los datos mensuales,  C.R.U. no tiene en cuenta la longitud de los meses y como resumen del año promedia simplemente por doce el valor de sus datos.   C.E.T.  si que tiene en cuenta la ponderación;  incluso la de los años bisiestos,  aunque tiene un pequeño desliz en el año 1700 considerándolo bisiesto cuando en realidad no lo es;  1700, 1800 y 1900 no son bisiestos;  el año 2000 sí lo es.   En la ponderación de los meses se tienen en cuenta la longitud de éstos:   la de febrero y la de los que tienen 30 días, frente al resto con 31.   El promedio del año entre 1850 y 2018 está en 365,24260355 días.

El gradiente vertical promedio se aplica,  y se considera como correcto y muy factible,  el estándar de 6,5ºC por cada mil metros de desnivel.  La gran superficie oceánica y la enorme insolación recibida facilita que éste pueda concordar bastante en promedio.   Mucho más al norte, las calientes aguas del Golfo de México permiten incluso al Reino Unido lograr un gradiente vertical promedio bastante elevado (6,17ºC / 1000m, que llega a 6,74ºC en marzo)  incluso devaluado por las relativamente frías aguas del Canal de la Mancha.  No mucho más abajo,  en Cantabria,  por su mar relativamente frío,  el gradiente promedio se queda en tan solo 5,19ºC.   En Canarias,  ya dentro de la franja de este estudio,  el gradiente vertical está en un generoso 6,67ºC / 1000m que empieza a devaluarse sensiblemente a partir de los 800 metros de altitud;  para volverse a recuperar a partir de los 2200 metros.

Saludos.

En las revistas, investigaciones y artículos que he leído dicen que son las zonas tropicales las menos afectadas por el cambio climático, con el incremento menor, mientras que las latitudes elevadas son las más afectadas, con el incremento térmico mayor. Buen cálculo Jordi!!

En las revistas, investigaciones y artículos que he leído dicen que son las zonas tropicales las menos afectadas por el cambio climático, con el incremento menor, mientras que las latitudes elevadas son las más afectadas, con el incremento térmico mayor. Buen cálculo Jordi!!

Hola,  meteosat71

Pues sí,  tienes razón.   Por el gráfico puede comprobarse que la tendencia lineal en todo el período apenas supera los 0,44ºC por cada 100 años.  Y en un conjunto largo de años no es lógico que las grandes zonas vayan cada una por su lado sin llegar a compensarse.

En las banquisas el hielo no es uniforme y los satélites detectan muchos puntos como "tierra firme" con lo que el píxel determina en el mejor de los casos una temperatura,  en el extremo,  exagerada que debe anularse y corregirse;   estos valores se pierden y deben suponerse.  Pudiera ser que el permafrost también originara problemas,  en este caso quizá más sutiles,  con lo que los valores quedarían "camuflados" y difíciles de interpretar y corregir (es una suposición mía).   Las costas de la Antártida también deben dar sus problemas;   y su altitud media es aproximada y variable con el transcurrir de los años:  cada año se añaden unos centímetros más de nieve  (que se compacta)  en gran parte del continente por lo que la altitud varía y no por igual en todas partes.

También,  si se tratan los datos ponderando menos las latitudes superiores éstos se tornan más críticos e inciertos.  Aunque éstos, por ello mismo,  no deberían trasladar en exceso sus inexactitudes al conjunto.  Por lo que las latitudes medias podrían tener algún problema de tratamiento.

Saludos.

- Jordi -

Yo me fío más de la insolación que de las temperaturas como indicador del cambio climático.

Yo me fío más de la insolación que de las temperaturas como indicador del cambio climático.

Si por insolación te refieres a la irradiancia solar o cantidad de energía instantánea por unidad de superficie terrestre que llega desde el Sol (W/m2) tu percepción sobre el calentamiento global será (muy) incompleta, sesgada y, en definitiva, errónea. El clima terrestre es el resultado de la combinación de la magnitud y varianza de múltiples factores. La irradiancia es uno de ellos, pero no el único ni el más relevante para explicar, por ejemplo, el calentamiento de los últimos 50 años. De hecho, llevamos unos cuantos años inmersos en un mínimo solar relativo y sin embargo la temperatura media global sigue subiendo a buen ritmo.

No, me refería a las horas de sol efectivas, en claro aumento en los últimos 50 años. 

No, me refería a las horas de sol efectivas, en claro aumento en los últimos 50 años. 

¿Crees que el número diario de horas de sol es mejor indicador de calentamiento que, por ejemplo, la temperatura global media? Me interesa tu razonamiento.

Para empezar, no tiene sentido hablar de un "clima terrestre" en singular, ya que el clima es siempre algo local. Por eso me refiero a un "cambio climático" a escala local y no a un "calentamiento" a escala mundial o planetaria (el término "global" es un anglicismo). Dicho esto, el aumento de las horas de sol efectivas se traduce en una subida de las temperaturas, ceteris paribus.

El número anual de horas de sol (que es lo que muestran las gráficas) está correlacionado con la latitud y la frecuencia de situaciones anticiclónicas, y el aumento de ésta en verano (las gráficas no muestran la distribución estacional) se puede atribuir a una expansión de la Célula de Hadley hacia latitudes más altas, que ya sería un fenómeno de escala planetaria.