Los veleros de competición escogen la ruta en función de las previsiones meteorológicas para los próximos días. Esta ruta se calcula mediante un programa informático, generalmente desde tierra, que utiliza las previsiones de viento calculadas por uno de los 6 ó 7 modelos atmosféricos que existen en el mundo. El programa busca el trayecto más rápido en función de las prestaciones de la embarcación, que previamente han sido evaluadas y cuantificadas sobre un diagrama polar de velocidad, que da la velocidad del velero en función del módulo del viento y de su dirección con respecto al viento.

Los modelos meteorológicos hacen previsiones de hasta 10 horas, aproximadamente, con una fiabilidad que disminuye para las últimas horas. Si la travesía es corta, el trayecto puede preveerse en su totalidad antes de la salida. Para una travesía de más de una semana, la primera parte se optimiza mediante las previsiones; y la segunda, con las medias climáticas del viento.

El primer velero que se benefició de este sistema de planificación de rutas fué el "Sir Thomas Lipton", en la Trasatlántica en solitario en 1968.

Pero los veleros de antaño, sin modelos meteorológicos ni nada.. cómo se guiaban, profe?

Cómo me gusta que hables de aviones 

Los días de competición y a primera hora de la mañana, se suele hacer una suelta de globo sonda para sacar el perfil de la atmósfera en el lugar de la competición. A falta de globo sonda, se puede hacer un vuelo de sondeo, con un avión a motor que sube en espiral sobre la vertical del campo, y cada determinada altitud toma datos de temperatura, presión y humedad (rocío realmente, o temperatura húmeda). En base a ello se genera el diagrama de Stüve del sondeo.

En el briefing de pilotos, antes de iniciarse la jornada de competición, se analiza la curva de estado. De ello se pueden sacar datos muy interesantes para el vuelo a vela:

NCA: Nivel de Condensación Ascendente. Es la altura a la que una burbuja de aire se satura al ascender adiabáticamente, es decir, bien empujada por la ladera de barlovento de una montaña, o bien por un frente. A ese nivel podemos prever la formación de nubes.

NCC: Nivel de Condensación Convectivo. Es la altura hasta la que llega una burbuja de aire suficientemente calentada desde el suelo y se satura. Suele marcar el techo de nubes (parte baja) y la máxima altitud posible volando en térmica. Cuanto más alto sea este nivel, más podremos ascender con el velero, y mayores serán los tramos rectos que podamos cubrir en competición antes de encontrar la siguiente térmica.

Td: Temperatura de Disparo. Es la temperatura que se ha de alcanzar en la superficie para que la burbuja de aire caliente se desprenda y ascienda en forma de térmica. Con esta temperatura podremos calcular las horas del día en que sea más probable la formación de térmicas, y los mejores momentos pues para el despegue e inicio de la competición.

Areas de estabilidad-inestabilidad: se determinan por la curva de estado y la adiabática correspondiente por la cual asciende la burbuja de aire.  Si la curva de estado se encuentra a la derecha de la adiabática, la zona será de estabilidad y conviene evitarla (no se producen movimientos verticales ascendentes). Si por el contrario la curva de estado se encuentra a la izquierda de la adiabática, la masa estará más caliente que el aire que la rodea y ascenderá, determinando la zona inestable. Es la que nos interesa en el vuelo a vela.

Tener todo esto en cuenta a la hora de volar a vela es de gran importancia, y sacar el máximo provecho de ello se convierte casi en un arte.

Cita de: Timonet gelat en Lunes 09 Abril 2007 23:34:01 PM
Pero los veleros de antaño, sin modelos meteorológicos ni nada.. cómo se guiaban, profe?

Ellos y sus pilotos sí que eran auténticos artistas. Había que "oler" un poco la atmósfera y saber leer de los detalles. En principio, y aunque suene muy mal, volaban con el culo (literal). Las ascendencias las sientes en él, notando que el asiento te empuja y con qué fuerza. Cuanto más fuerte es la patada en el culo, más contento se pone el piloto de velero.

El viento se ha de determinar mirando a tierra: los humos de fuegos, chimeneas.... las ondas en el agua de los lagos... las vacas... (con viento siempre se orientan poniéndose del revés a él). También puedes hacer virajes con alabeo constante. Al terminar una vuelta de 360 grados puedes saber la deriva que has sufrido, calculando asíla dirección e intensidad del viento.

La térmica es más complicada de ver, pero también hay que saber leer entre líneas: un cúmulo que se forma está siempre siendo alimentado por una térmica, que se situará a barlovento de él, y estará más o menos tumbada dependiendo del viento. Un grupo de rapaces, cigüeñas, gaviotas... volando en círculos es un buen indicador, métete debajo de ellas y subirás. Si no hay aves planeadoras, los vencejos y golndrinas también valen, en esta ocasión porque están comiendo en las nubes de mosquitos, y estas ascienden con la térmica.

Sabiendo el viento, cualquier resalte del terreno suficientemente grande y orientado de forma perpendicular al viento, será un buen lugar para ascender en ladera. La ascendencia no será tan fuerte como en térmica, pero te puede salvar de ir al suelo antes de tiempo.

En fin... que no me lio, que si no me dan las tantas hablando de estas cosas 

Cita de: Timonet gelat en Lunes 09 Abril 2007 23:34:01 PM
Pero los veleros de antaño, sin modelos meteorológicos ni nada.. cómo se guiaban, profe?

Pues sencillamente "a ojo" ya que en cuestiones meteorológicas no se sabía aún nada del comportamiento atmosférico; sólo estaban algo avanzadas las técnicas de orientación, mediante el sextante y la localización de las estrellas (la polar) por la noche. Aquellos marinos de antes sí que se lanzaban a la aventura.

Aquí os pongo algunos fragmentos del primer viaje de Colón, sacados del libro "La Meteorología en el Descubrimiento" de Amparo Blasco:

Las carabelas navegan como en volandas empujadas por el alisio (que aún no tenía nombre), en una navegación placentera y sin duda optimista. Hasta que el día 17 de septiembre de 1492, los pilotos comunican al Almirante Colón que la aguja de la brújula "noruestaba". La consternación es general, pues aquella aguja era el único apoyo, el único indicador para conocer su camino, la única guía en aquel mar tan monótono, siempre igual y sin referencias. Si la aguja de la brújula fallaba, podían estar dando vueltas en aquel inmenso mar hasta morir.

Colón en aquella ocasión estuvo genial pues antes de comprobarlo aseguró a sus hombres que era la estrella polar la que cambiaba. Fué su segundo gran descubrimiento. "Mandó que tornasen al norte al amanecer y vieron que estaban buenas las agujas".

Por las noches, en la oscuridad, el miedo se agiganta. Todas las tardes un poco antes del crepúsculo se reúnen todos los hombres en las cubiertas de las carabelas a rezar la Salve en coro, según la costumbre de los marineros. Cada día que pasa la Salve se hace más solemne y más ardiente.

Tenían siempre viento en popa y los marinos empezaban a pensar que jamás se levantaría viento en contra para delvolverles a España. El tiempo pasaba y no se veía Tierra; hasta la duda empezó a apoderarse de Colón.

Esto ocurrió en su primer viaje, pero en los succesivos tuvieron oportunidad de encararse con los temidos huracanes, que no conocían. En su diario de a bordo Colón los describe así, cuando le sorprendió la tempestad en el Golfo de Méjico:

Serenísimos y muy altos y poderosos príncipes Rey y Reina:
Salí de Cádiez y llegue a Canarias en 4 días, y de allí a las Indias en 16....fasta allí truje el tiempo a pedir de boca...Esa noche que allí entre (en la Dominica) fué con tormenta y grande...y me persiguió después...La tormenta era terrible, y en aquella noche me desmenbró los navíos...sin esperanza, salvo de muerte cierta...e con esta tormenta, así, a gatas, me llegué a Jamaica. Allí se mudó de mar alta en calmería...hasta que me salió el viento del opósito (viento contrario) e combatí con ellos sesenta días. En todo este tiempo no entré en puerto, ni tampoco pude, ni me dejó tormenta del cielo, agua y trombones y relámpagos de continuo que parecía el fin del mundo...que no vide el sol ni estrellas por mar, que a los navíos tenía yo abiertos, las velas rotas y perdidas anclas y jarcias, cables y muchos bastimentos; la gente muy enfermea y todos contritos y muchos con promesa de religión y ninguno sin otros votos e romerías. Otras tormentas vimos, pero no durar tanto y con tanto espanto...ojos humanos nunca vieron la mar tan alta, fea y hecha espuma. El cielo jamás fué visto tan espantoso. En todo este tiempo jamás cesó el agua del cielo e no se podía decir que llovía, si no que más parecía el segundo diluvio. La gente estaba ya tan molida y quebrantada que deseaban la muerte para poder salir de tanto suplicio y martirio.

Ya veo, ya..

El Ojímetro no falla.

Cita de: Timonet gelat en Martes 10 Abril 2007 12:04:12 PM
Ya veo, ya..

El Ojímetro no falla.

No creas........ ....no es el método más apropiado para navegar; ya ves que las pasaron muy p****.

Oops...  me parece que me he equivocado de "vela" . Me fui para los veleros con alas...

Cita de: Breitling en Martes 10 Abril 2007 13:12:30 PM
Oops...  me parece que me he equivocado de "vela" . Me fui para los veleros con alas...

Ya decía yo... 

Interesante topic como casi todos a los que nos tiene acostumbrados Luis.

Estoy por La Palma en un cyber, con poco tiempo. Pego aquí el enlace a una información que seguramente os interesará en relación a la predicción del tiempo y la Copa América:

http://www.meteosim.com/premsa/20070329-ELPAIS_DESAFIO_30MAR2007.pdf

Cuando saque un poco más de tiempo colgaré algo que tengo por casa al respecto.

Un abrazo

Cita de: spissatus en Jueves 12 Abril 2007 12:26:49 PM
http://www.meteosim.com/premsa/20070329-ELPAIS_DESAFIO_30MAR2007.pdf

Muy interesante. Yo estuve siguiendo las condiciones de la Volvo Ocean Race pasada, desde Sangengo viéndolso en directo, hasta que nuestras esperanzas terminaron en el fondo del Atlántico. La meteorología aplicada a la vela es realmente emocionante.

Sin embargo hay algo en ese escrito que no me cuatra mucho:

La brisa empieza a saltar entre las 12.00 y las 13.00, cuando la tierra empieza a enfriarse, por lo que las regatas empezarán a las 14.00. Aymamí pormenoriza: "Son vientos de tierra a mar, entre 9 y 12 nudos en un día típico y entre 14 y 16 los de brisa intensa.

Eso está bien?