El desiderátum; mi amiga Cristina cada año alarga más y más su temporada de piscina, pero nunca se había atrevido a llegar hasta Octubre. Pues bien, ayer mismo se bañó en su piscina. Y es que en los últimos años el verano no da paso al otoño, da paso al Veroño. Una nueva estación que es continuación del verano pero en la que no hace tanto calor por una sóla razón; el día tiene muchísimas menos horas de insolación y la altura del sol en el horizonte es menor. Pese a lo cual en Madrid alcanzamos máximas, como ayer o antes de ayer de 31ºC. Impresionante.
Por lo demás, todo sigue igual que en el verano... No es que ya no haya borrasconas atlánticas basculando entre el Cabo de San Vicente y el Golfo de Cadiz durante días, es que de Burgos para abajo ya no rozan ni las colas de los frentes. De los tradicionales "cordonazos", primer aviso serio de la llegada del "mal" tiempo, sólo nos queda el recuerdo.
Septiembre lo cerré con 0 litros; obviamente lo que llevamos de Octubre no ha dejado ni una gota, pero lo más inquietante es que NADA hace pensar al ver modelos, aunque sea a tropecientas horas, que esto vaya a cambiar.
A la espera de cambios...