Acabo de ver este reportaje, con el cambio de foros y más cosas, se me pasó.
Sinceramente, me ha llegado.
Casi casi estoy oliendo el olor del gallinero y rascándome del piejuelo, jejeje.
Yo también he vivido en ese ambiente, de pequeño en casa de mi abuela íbamos todas las mañanas a por la leche a casa de un vecino que tenía cabras, y también de la cabra de mi tío, y cómo se tiraba el cabrón del gallo cuando íbamos a coger los huevos del día, o cuando cogíamos un conejo para unos gazpachos o una paella algún domingo, ese golpe seco en la nuca, crassshh!!! O algún pollo dando volteretas sin cabeza horas antes de formar parte del guisao.
Recuerdo cómo íba con mi abuelo y su burrica a una fuente que había dentro de una cueva que llamábamos "la gotica", porque el agua salía gota a gota, poníamos un bote, nos salíamos fuera y nos sentábamos en unas losas a modo de mesa y bancos y nos entreteníamos comiendo albaricoques, al cabo de media hora, ya teníamos el bote lleno y nos echábamos un trago y volvíamos al pueblo. Una vez me caí de la burra y me rompí el tabique nasal,

Cuando murió la burra mi abuelo fue empeorando y acabó con demencia senil,

Recuerdo los chillidos de los gorrinos el día del mataero, las mujeres en el patio lavando las tripas para el embutido con naranjas y limones, recuerdo ese olor, imaginaos, no sería un perfume de moda ahora, el humo que salía del gorrino abierto en canal, todos los años el 8 de Diciembre, y esos platos de forro de cabeza o de sangre frita con tomate y cebolla, todo del día y en el acto,

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Hoy en día nadie tiene corral en sus casas, o no se usa cómo antes, las calefacciones son de caldera de gasoil, la gente protesta porque no haya cobertura de móvil, porque no se vea Canal 9 o la Televisión de Castilla la Mancha, los quads y todoterrenos han sustituido a los burros, los agricultores compiten por tener el tractor más gordo, con una flamante tapicería y aire acondicionado, ha llegado el ADSL, ya no se deja la cebada en las calles para secarse, ni se siega a mano ni se "abrienta" en las heras, los vendimiadores son ecuatorianos, bolivianos, búlgaros, de Ghana, etc.
Nadie cría el gorrino en su casa, lo compran de la granja, y dónde antes habían 10 dedos de tocino, ahora apenas hay un dedo, que ni los salchichones salen buenos.
En fin, todo cambia, ahora hay trabajo con nómina y vacaciones pagadas, la población se mantiene y la gente se va de "turismo rural", manda cojones,

Pues eso, enhorabuena, lo he sentido cómo si hablaras de mi pueblo.
Saludos.