Creo que merece la pena recordar las palabras del último gran genio literiario castellano que nos ha dejado, Miguel Delibes, cuando ingresó en la Real Academia de la Lengua, en 1975. Especialmente el último párrafo viene que ni al pelo como metáfora, de lo que ha ocurrido con el Tajo.
"Esto es, quizá, lo que yo intuía vagamente al escribir mi novela El camino en 1949, cuando Daniel, mi pequeño héroe, se resistía a integrarse a una sociedad despersonalizada, pretendidamente progresista, pero, en el fondo, de una mezquindad irrisoria. Y esta intuición, cuyos principios, auténticamente revolucionarios, fueron luego formulados por un plantel respetable de sabios humanistas, es lo que indujo a algunos comentaristas a tachar de reaccionaria mi postura."
"Han sido suficientes cinco lustros para demostrar lo contrario, esto es, que el verdadero progresismo no estriba en un
desarrollo ilimitado y competitivo, ni en fabricar cada día más cosas, ni en inventar
necesidades al hombre, ni en destruir la Naturaleza, ni en sostener a un tercio de la
Humanidad en el delirio del despilfarro mientras los otros dos tercios se mueren de
hambre, sino en racionalizar la utilización de la técnica, facilitar el acceso de toda la
comunidad a lo necesario, revitalizar los valores humanos, hoy en crisis, y establecer
las relaciones hombre-naturaleza en un plano de concordia”.
“He aquí mi credo, y, por hacerlo comprender, vengo luchando desde hace
veinticinco años. El hombre, arrullado en su confortabilidad, apenas se preocupa del
entorno. La actitud del hombre contemporáneo se asemeja a la de aquellos tripulantes
de un navío que, cansados de la angostura e incomodidad de sus camarotes, decidieron
utilizar las cuadernas de la nave para ampliar aquéllos y amueblados suntuosamente.
Es incontestable que, mediante esta actitud, sus particulares condiciones de vida
mejorarían, pero, ¿por cuánto tiempo? ¿Cuántas horas tardaría este buque en irse a
pique -arrastrando a culpables e inocentes- una vez que esos tripulantes irresponsables
hubieran destruido la arquitectura general de la nave para refinar sus propios
compartimientos?”