Estuve en Egipto en la primera semana del mes de septiembre del 2003, las temperaturas son muy tórridas, el verano es temporada baja para el turismo por razones obvias. La mayoría de los turistas desisten en ir, y no es para menos. Los turistas que más suelen acudir en esas fechas son los españoles, que estamos más acostumbrados que el resto de los europeos a esos extremos. En el sur de Egipto en verano siempre se superan los 40 grados. Lo que mencionas de las temperaturas que difícilmente se superan los 50 grados centígrados. En el Valle de los Reyes, y en Asuan, sufrí los rigores del calor. Tengo que aclarar, que las temperaturas que se vivieron ese año en Egipto también debieron ser por encima de lo normal.(La famosa ola de calor que sufrió Europa fue en el 2003) Concretamente en Asuan, donde el guía me informó de una temperatura de 52 grados, eran las cuatro de la tarde, en la cantera donde está el monolito inacabado de Asuan, el guía para evitarnos excesivos sufrimientos nos dió la charla desde el autobús, que evidentemente, tenía aire acondicionado, estuvimos como 20 minutos en la mencionada cantera. Me pareció como inhumana esa temperatura, era el infierno, ver gente por la calle me producía incredulidad. De la misma manera, las noches son bulliciosas. Dimos una vuelta por la noche y serían la una o las dos de la madrugada, y estaban las calles repletas de gente, comprando, paseando, respirando un poco. Lo que no hay en el sur de Egipto son termómetros, es una manera de que la gente no se asuste.
Respecto a las lluvias, las escasas o nulas lluvias en el sur de Egipto, afecta a la forma de vida de esa zona. El polvo se infiltra en calles, casas, carreteras, todo parece sucio. El cielo siempre tiene un color especial, blanquecino por el polvo en suspensión, pero eso no hace que el sol deje de ser abrasador. Si se ven nubes, estas son muy altas y finas. Las casas son de adobe, aunque tengan estructura de cemento. Las escasas lluvias lo convierte en un material maravilloso. El adobe es barato y un aislante maravilloso. Una de las cosas que más llama la atención es ver la cantidad de casas que están a medio hacer, pero de la forma más pintoresca. Una vivienda de cuatro o cinco pisos, indistintamente está terminado el tercero, y están el resto sin tabiques y sin un tejado. El hecho de tener una impermeabilización es algo que no tiene la menor importancia.