ENTREVISTACRISTINA NARBONA, ministra de Medio Ambiente
"El cambio climático en España es más preocupante de lo que se preveía"
"La actual generación de políticos no tiene perdón y está obligada a actuar"
LOS DATOS DEL NUEVO INFORME
"La subida de la temperatura y del nivel del mar, y el descenso del caudal fluvial superan la media"
RIESGOS EN EL LITORAL..
"En la costa, hay que tomar medidas urbanísticas. Las olas tendrán mayor desplazamiento"
...Y EN EL NEGOCIO DEL ESQUÍ
"La evolución de la nieve va a ir claramente a la baja, y esto hay que tenerlo ya en cuenta"
VEHÍCULO PRIVADO
"Somos el país con más porcentaje de trayectos de menos de tres kilómetros"
APOYO DE EE.UU. A KIOTO
"Al agotarse el petróleo las multinacionales verán el negocio en la innovación"
ASUNTOS PENDIENTES
"Ser ministra de un área que no ha sido prioritaria me quita el sueño"
AHORRO DE ENERGÍA
"En términos egoístas: gastar menos electricidad es gastar menos dinero"
CONSUMO INSOSTENIBLE
"Es necesario recuperar la idea de austeridad para un uso eficiente de la energía"
MIQUEL MOLINA | ANTONIO CERRILLO - 11/02/2005
Madrid
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, concede a La Vanguardia una entrevista con motivo de la próxima entrada en vigor del protocolo de Kioto contra el cambio climático. En este contexto, su departamento ultima un informe elaborado por 400 expertos sobre los efectos de este fenómeno en España. Narbona no oculta su preocupación por sus conclusiones. El cambio climático tiene en España una incidencia más negativa de lo que se había visto hasta ahora.
-¿Qué panorama presenta ese informe?
-Nos indica que registraremos, al parecer, subidas de temperaturas superiores a las que se esperan en el resto del continente europeo. La situación es preocupante porque los datos señalan una incidencia mayor en España que la media, tanto en términos de evolución de las temperaturas como de evolución a la baja de los caudales de los ríos, del aumento del nivel del mar… Independientemente de que hagamos todo lo posible para mitigar ese proceso de calentamiento, yo creo que ha llegado la hora también en España de hablar de medidas preventivas frente a estos cambios.
-Por ejemplo...
-Las debemos tomar, por ejemplo, en materia de política urbanística en el litoral. Los poderes públicos deben tomarse en serio la evolución de la línea del mar en los próximos tiempos. No vamos a poder frenarla sacando arena del mar. Es un proceso que va a significar que en los primeros kilómetros de costa la subida del mar comportará que las olas tengan un desplazamiento mayor. Todo esto hemos de verlo con mucha responsabilidad.
-¿Qué otros problemas destacaría?
-El de la nieve en las estaciones de esquí. El que la evolución de la nieve sea claramente a la baja debería ser incorporado en el estudio de viabilidad de algunos proyectos de ampliación. Hemos de tener en cuenta que empieza a aparecer este problema en el horizonte.
-Le ha sorprendido este estudio...
-Es más negativo de lo que hasta ahora habíamos visto. Y, como se centra en España, como mínimo, la aproximación hay que tenerla en cuenta. No es una bola de cristal. Pero es un herramienta de conocimiento para la toma de decisiones tanto públicas como privadas que me parece de interés.
-¿Esto plantea tomar medidas urbanísticas, como limitar la construcción en la costa...?
-Claro.
-O revisar algunas existentes...
-Claro, claro. Es decir, no debemos seguir pensando que éste es un asunto a largo plazo. El largo plazo se va acortando en la práctica. Hay que asumir que inversiones que se han hecho ahora nos pueden dar un incremento de problemas en 10 o 15 años. No se trata de ser catastrofistas, sino de poner la ciencia al servicio de la sociedad.
-¿Cuándo fue la última vez que ha hablado con el presidente sobre cambio climático?
-Tuvimos un despacho largo antes de Nochevieja. Estuvimos casi dos horas repasando los asuntos del ministerio. Este es el primer gobierno que se toma en serio la lucha contra el cambio climático. Y no es una declaración retórica. Es un compromiso de legislatura y se traduce en que en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos hay un grupo donde los ministerios tenemos encomendadas las políticas contra el cambio climático.
-Tras ese informe, el Gobierno ¿pondrá en marcha algún plan que no tuviera previsto?
-Lo que tenemos previsto desde el principio de la legislatura es acercarnos todo lo posible a los objetivos de Kioto. El hecho de que tengamos un Plan Nacional de Asignación (que fija los cupos de emisiones de CO2 anuales para casi 1.000 empresas industriales y energéticas) ya aprobado por la Comisión Europea nos coloca en una buena posición.
-El plan nacional plantea una estabilización de las emisiones de CO2 en los tres próximos años, con objeto de que a partir del 2008 se inicie la senda de la disminución de esos gases. Se han puesto los deberes a la industria. Pero, ¿y los demás sectores?
-La ministra de Vivienda nos ha informado de que en unos meses culminará el proceso del nuevo código técnico de edificación para ahorrar energía.
-¿Y en materia de transportes?
-Este asunto centrará nuestra atención. Queremos, a medio plazo, cambiar el modelo de transporte prevalente en España y pasar del binomio carretera-transporte privado, que ha sido y es el dominante, al binomio ferrocarril-transporte público incluyendo en el ferrocarril a las mercancías. Para ello, el Ministerio de Fomento está sometiendo el borrador del plan estratégico de infraestructuras del transporte a una evaluación ambiental estratégica.
-¿Y en las ciudades?
-Además, vamos a ayudar técnica y económicamente a los municipios que se comprometan con unos objetivos concretos de reducción de emisiones a través, por ejemplo, de planes de movilidad sostenible. Estamos manteniendo reuniones con los grandes municipios para analizar la contaminación del aire y trabajaremos estrechamente con ellos para estimular todo lo que pueda reducir emisiones en el transporte. Hay competencias que no son del ministerio, pero no vamos a mirar para otro lado, ni en ésta ni en otras materias.
-Pero vivimos enganchados al coche...
-España es el país de la UE que realiza un mayor porcentaje de trayectos en coche por debajo de los tres kilómetros. Eso nos da una idea de nuestro comportamiento social. El problema de la obesidad creciente en la sociedad española tiene que ver también con esto.
-La mayor parte de la población cree que cumplir con Kioto es algo de los demás; no lo relaciona con sus actividades y formas de vida.
-Hay que seguir haciendo muchas campaña en torno al uso eficiente de la energía para reducir emisiones de gases. Pensando sólo en términos egoístas o individuales, debemos tener en cuenta que gastar menos electricidad significa también gastar menos dinero. Ya no hablamos en términos de solidaridad o responsabilidad, sino en el plano personal, invocando al propio bolsillo. El tener calefacciones o refrigeración con una temperatura inadecuada o tener encendidas las luces más tiempo del necesario presenta el mismo componente de exhibición de bienestar material que, a veces, tiene el uso del coche. Es necesario recuperar la idea de la austeridad también en el uso eficiente con la energía.
-Algunos habían dado por muerto el protocolo de Kioto. Pero el 16 de febrero entrará en vigor, aunque sin la presencia de EE.UU.
-Estados Unidos se está quedando cada vez más solo, como pude comprobar en la conferencia del clima de Buenos Aires, en diciembre. Más de 130 países lo han ratificado y, además, una amplísima variedad de países están tomando medidas. Hay una nueva dinámica y eso tiene que ver con el cambio tecnológico y la innovación.
-¿Cómo lograr ese apoyo?
-Es en el seno de EE.UU. donde las fuerzas empresariales y los ciudadanos pueden apretar para que en algún momento la Administración Bush asuma compromisos en el ámbito multilateral. Es sintomático que California se haya autoimpuesto objetivos más exigentes que si EE.UU. hubiera ratificado el protocolo.
-¿De qué depende esa ratificación?
-Lo que está en juego es la visión de futuro de grandes multinacionales, que son conscientes de que a lo largo de este siglo los combustibles fósiles se van agotando. Cuanto más desarrollen sus innovaciones, más controlarán el mercado futuro. Detrás de todo esto hay nuevas oportunidades de negocio, un proceso de cambio tecnológico y, por tanto, intereses que en algún momento empujarán a EE.UU.
-Nuestro pastel energético depende en un 80% del petróleo. ¿Proteger el clima es la oportunidad para cambiar de modelo energético?
-Si no hubiera cambio climático, avanzar hacia un uso más intenso de los recursos energéticos propios autóctonos es un factor que da seguridad en el abastecimiento. Industria y Medio Ambiente miramos en la misma dirección. Tenemos objetivos compatibles.
-Llama la atención la actitud muy activa del primer ministro británico, Tony Blair, en la lucha contra el cambio climático. ¿Tiene conciencia de que los actuales mandatarios pueden pasar a la historia como la generación de políticos que estaban en disposición de iniciar una acción decidida en esta materia y no lo hicieron, o lo hicieron mal?
-La posición activa de Blair tiene una trascendencia política mundial impresionante. Hay que reconocerle ese esfuerzo de trasladar a la ciudadanía la importancia de este asunto y de haberlo puesto en la agenda de los países más ricos.Yes verdad: ésta es una generación que no tiene perdón porque ya se ha acumulado suficiente información y pruebas científicas. Nadie puede decir ´esto no lo sabíamos´. Yes verdad. Esta es la generación de políticos a escala internacional que tenemos el mayor compromiso y la mayor obligación de actuar.
-¿Le pesa esa responsabilidad?
-La responsabilidad pública en general pesa, si uno lo vive de verdad como algo que obliga moralmente. Ser ministra de Medio Ambiente en un país en donde los asuntos ambientales no han sido prioritarios literalmente me quita el sueño, porque hay demasiados problemas con los que me enfrento y en muchos casos puede ser demasiado tarde. Por eso, me gustaría dejar en esta legislatura una serie de herramientas claras para prevenir y reducir los efectos ambientales negativos.
-¿Por ejemplo?
-La legislación sobre responsabilidad por daño ambiental, sobre la que tenemos ya un borrador muy avanzado. Queremos que este país tenga una legislación que fije claramente esa responsabilidad no sólo de los ciudadanos, sino de las administraciones ante la existencia de daños ambientales. También es importante el acuerdo de base que tenemos con el Ministerio del Interior y con la Fiscalía General para que se avance en una fiscalía especial de medio ambiente, que se introducirá en la modificación de la ley de Montes.
-El PP mantiene su ofensiva contra el plan Agua de actuaciones urgentes que usted impulsa como alternativa al trasvase del Ebro.
-Nos encontramos con el ataque más partidista de quienes siguen defendiendo aún el trasvase; pero los ciudadanos no podrían entender que una comunidad autónoma obstaculice lo que está ya haciendo el ministerio, que es iniciar obras en la cuenca del Segura y en otras.
-Pero ¿asume que va a estar cuatro años de legislatura con ese ruido de fondo?
-Posiblemente. A mí lo que me resulta increíble es que el PP resucite el trasvase del Ródano en una legislatura en donde hay un gobierno, el de la Generalitat, que no ha planteado el mínimo interés. Sin embargo, el PP se apropia de esta idea mirando continuamente hacia atrás. Además, hay que tener en cuenta que la situación pluviométrica es que desde el mes de noviembre y hasta hoy está lloviendo menos que en un año normal. Este gobierno tiene la responsabilidad previsiblemente de tener que administrar un período más seco. Para mí, a veces, la lectura de la prensa de Murcia o Valencia es de las cosas más desagradables que me pueden pasar a lo largo del día. Mucha gente descalifica sin conocimientos e, incluso, a veces con planteamientos de misoginia clarísimos. El ser ministra favorece un cierto nivel de insulto. Pero todo eso es compatible con que los ciudadanos vean que hemos empezado a trabajar.
http://www.lavanguardia.es/web/20050211/51176899858.html