Ya hace unos meses hice un reporteje cuando el campo manchego despertaba del invierno. Así, tras un cálido verano, la recolección está ya realizándose por estos lares, con cierto adelanto sobre lo normal.

En esta foto se ve que no todo en La Mancha son secarrales. El verde de los viñedos domina el llano.


Mar de viñas.


Viñedos en espaldera.




La uva esperando su recolección.


Un bombo entre las vides.


La uva tinta.


También los melonares tapizan el suelo de estos campos castellanos.


Aquí su fruto; el dulce melón de La Mancha.


Hay otros cultivos que este año han sufrido los rigores veranigos como esta plantación de pimientos.


Y aquí el fruto.



Así es como está ahora esta tierra tan cambiante. Pronto el otoño nos mostrará otros colores en estos lugares.

Un saludo.

Me encanta esta foto, esa conjunción de elementos de la comarca.