Con el nombre de "rissagues" se conoce popularmente en Baleares las elevaciones y descensos del nivel del mar de notable amplitud, acompañadas de fuertes corrientes, que ocasionalmente se presentan en determinadas calas y puertos del archipiélago, y muy en particular en el puerto de Ciutadella, en Menorca.
Desde el punto de vista técnicom, las "rissagues" se pueden definor como "seiches forzadas", siendo el forzamiento, en este caso, un agente meteorológico de determinadas características.
Se denomina "seiche" a la oscilación de la superficie de una masa acuosa, cuto periodo varía de minutos a horas y que esta producida por pequeños terremotos, vientos, o simples variaciones de la presión atmosférica.
Un cuerpo de agua cerrado (como un lago) o semi-cerrado (como el caso de un puerto o cala) es susceptible de oscilar sobre un eje horizontal que pasa por su centro (en el caso de un lago) o por su boca (en el caso de un puerto o cala), de un modo semejante a como oscila un péndulo sobre su punto de suspensión. El movimiento tiene la siguientes fases, si consideramos un puerto: Entra agua desde la boca hasta el fondo del puerto. Ello hace subir progresivamente el nivel del agua, tanto más cuanto más al fondo, quedando la superficie inclinada desde la boca hacia el fondo cuando el agua ha dejado de entrar, La sobreelevación del nivel hacia el fondo del puerto supone allí uan sobrepresión que impulsa el agua a salir hacia la boca. La salida hace baja el nivel en el interior del puerto, hasta más allá de la posición horizontal inicial, ya que, después de alcanzada la posición inicial, sigue saliendo agua por inercia.. Cuando ya no sale agua la superficie esta inclinada pero al revés que antes, desde el fondo del puerto (que está a un nivel más bajo que el inicial), hacia la boca, que mantiene un nivel semejante al inicial. La mayor presión de agua en la boca obliga, entonces de nuevo, a la entrada de agua hacia el fondo, recomenzando el ciclo, que continuaría indefinidamente si no hubiera pérdida de energía por fricción del agua con el fondo marino. Estas oscilaciones que , una vez iniciadas, continúan por sí mismas, sin fuerza externa, se las llama "seiches libres" y se producen con un "periodo propio", es decir, el tiempo desde el que se ha alcanzado un nivel máximo hasta wue se alcanza el siguiente nivel máximo, es siempre constante, y viene determinado por la geometría del puerto (longitud y profundidad).
Oara una cala pequeña y poco profunda, el periodo propio puede ser de tan solo unos minutos. Para el pierto de Ciutadella (900 metros de longitud y 5 metros de profundidad media) el periodo propio de oscilación de una "seiche libre" es de 10 minutos. Para la Bahía de Palma, de 23 minutos y para la cuenca del Mediterráneo occidental es de bastantes horas.
Las causas que esporádicamente desequilibran el nivel del agua o generan una corriente son frecuentes y variadas. Como el movimiento, una vez iniciado, sigue por sí mucho tiempo, los puertos están permanentemente en movimiento de "seiche libre", pero con una apmplitud generalmente pequeña. En el caso del Puerto de Ciutadella, los mareógrafos han constatado ese continuo ir y venir del nivel del agua, pero han permitido a su vez obsevar que la amplitud es normalmente d 10 cms solamente.
La "rissaga" es pues un movimienbto oscilatorio del nivel del mar, pero que esporádica o repentinamente alcanza una apmplitud importante, por encima de los 50 centímetros. Entonces la corriente de entrada y salida del agua se hace muy intensa y pone en movimiento a las embarcaciones amarradas obligando a trabajr a los amarres. Rissagues de amplitud entre 50 centímetros y un metro no suelen llegar a producir daños, aunque resultan un fenómenos espectacular. Hay que tener en cuenta de que solo pasan 5 minutos entre la entrada-subida del agua y la bajada-vaciado. En el puerto de Ciutadella, rissagas de esa amplitud, que podríamos llamar moderadas, se dan una o varias veces practicamente cada año y generalmente en verano. Pero en ese mismo lugar las rissagues pueden alcanzar esporádicamente desnivles mucho mayores de entre 1,5, 2 y hasta tres metros. Es entonces cuano constituyen un fenómeno peligroso. Hasta 50.000 ó 60.000 toneladas de agua han de ser sacadas del puerto (o entradas en él) en cinco minutos. La corriente es impetuosa y muchos amarres no resisten el embate, quedando embarcaciones a la dereiva, chocando unos con otras y llegando a destrozarse.
Esas grandes "rissagues", siempre peligrosas tienen a veces consecuencias catastróficas, como la del año 1.984, en que 70 embarcaciones quedaron destruídas; son infrecuentes pero bastante aleatorias. Algun año se pueden dar dos o tres episodios seguidos, pero tambien pueden pasar varios años sin ninguna rissaga realmente fuerte.
A la búsqueda de sus causas, los investigadores han identificado un tipo de situación meteorològica, en el seno del aire, y, al mismo tiempo, permite que ese oleaje a nivel del suelo, generando oscilación de presión y viento. Esas oscilaciones de presión y viento tienen periodos variados, con una gama que incluye claramente los 10 minutos. Dichas oscilaciones generan una respuesta en mar abierto, produciendo oscilaciones de nivel y corrientes, que son débiles, pero que actuán de mecanismo de disparo de las seiches libres de los puertos y calas, pudiéndose producir la resonancia cuando los periodos son apropiados.
En las condiciones meteorológicas adecuadas, las rissagues se producen en numerosas calas y puertos, no sólo de Baleares, si no también en Cataluña, Porto Colom, en Mallorca y Palamón, en Girona. Pero en ningún sitio se alcanzan las amplitudes observadas en Ciutadella, donde se dan las condiciones idóneas de resonancia.