Yo creo que la cosa va de anticiclones pero no las tengo todas conmigo. En primer lugar el Oriente Próximo está afectado todo él por un anticiclón frío, el siberiano, cosa que no ocurre por lo general en nuestra parte del planeta. El anticiclón siberiano empieza a reforzarse en Agosto, es omnipotente en invierno y se debilita en Abril, las bajas cálidas de la zona desértica son especialmente fuertes en verano pero posiblemente se extiendan en el otoño (siguiendo el ejemplo sahariano). Por tanto la zona de la que hablamos estaría a cubierto en otoño de depresiones húmedas por una doble influencia, anticiclón siberiano y bajas cálidas, y en invierno por la sola presencia del siberiano. En nuestra zona reina también un anticiclón el de Azores, pero es cálido, y se ve desplazado por las pertubaciones polares que interactúan en el otoño con las bajas tropicales sobre el Norte de África de ahí las fortísimas precipitaciones otoñales. En invierno dicho anticiclón es aún más débil si cabe. La curiosa excepción es nuestra Península, que parece reproducir en miniatura las condiciones invernales asiáticas, con el anticiclón ibérico como prolongación de las masas frías euroasiáticas.
No existe tal anticiclón cálido afectando al área del Oriente Próximo, el Índico tiene su anticiclón en la zona sur pero en la norte domina la alternancia ZCIT-bajas cálidas desérticas vs anticiclón siberiano. En primavera por contra afloja el siberiano y las bajas cálidas no se han desarrollado lo que daría una oportunidad a las depresiones húmedas. Para tener la oportunidad de fuertes precipitaciones otoño-invernales dicha área debería estar sometida a un anticiclón con tendencia a debilitarse pero se da justo el caso contrario.
Es una hipótesis. Y es decir, el planteamiento de fobitos con algún añadido.