El Milano real (Milvus milvus)
Los milanos reales tienen un plumaje mucho más contrastado que los negros en el plumaje de la parte inferior de las alas (mancha blanca muy marcada e intensa) y más rojizo en lineas generales, y eso se aprecia a la perfección en tus magníficas fotografías. Además, la cola de este individuo es mucho más ahorquillada que la de cualquier ejemplar de milano negro. Ésta es, de hecho, una de sus principales diferencias.
Otro detalle de vital importancia para distinguirlos en estas fechas es el hecho de que los milanos negros migran, como indica su nombre científico. De hecho, abandonan sus hogares peninsulares en agosto - primeros de septiembre (algunos incluso antes) para cruzar el estrecho de Gibraltar rumbo a sus cuarteles de invernada en Senegal, Gambia, Guinea, Togo, Ghana, Nigeria, etc. El retorno (cruce del estrecho) se produce entre finales de febrero y finales de abril, con un máximo a mediados-finales de marzo. Algunos milanos negros españoles no terminan de establecerse para reproducir hasta finales de abril.
En cambio, los milanos reales peninsulares no migran. Como mucho, los pertenecientes a poblaciones norteñas se desplazan un poco más al sur (La Mancha, zonas de Andalucía) durante el otoño y el invierno. En estas mismas zonas y otras de la España interior se unen con ejemplares procedentes del norte de Europa (Suecia, Dinamarca y Alemania principalmente) que sí realizan una migración más destacada para pasar un invierno más benigno. Los milanos reales británicos, franceses, belgas, holandeses, italianos, etc, tampoco migran, al igual que los ibéricos, y en alguno de estos sitios reciben, como en el caso de España, la visita de sus colegas del norte del continente.
Por tanto, en otoño-invierno es prácticamente imposible ver un milano negro en territorio peninsular, y, en todo caso, se trataría de un ejemplar migrante rezagado o enfermo.