Por si era poco el contemplar en paz esos imponentes pies de sabina y unos quejigazos como hay pocos, encima el paseo se completa con un grupillo de corzos.
Estupendo paraje. Gracias a tus reportajes estoy conociendo y valorando como se merece el indómito norte de Guadalajara, al que me acercaré algún día, pues sólo lo conozco desde el coche, y ya es hora de poner remedio.
Bueno, nos vemos por esos topics, un saludo