El tiburón viajero
OLALLA CERNUDA
MADRID.- Nicole es una hembra adulta de uno de los animales más temidos y perseguidos del planeta: el tiburón blanco. Pero no es un tiburón cualquiera. Ha batido el récord de distancia recorrida por un animal de su especie: 11.100 kilómetros, los que separan las costas sudafricanas de las australianas, en un viaje de ida y vuelta que duró nueve meses, y que fue seguido al milímetro por un sensor colocado en la aleta dorsal del tiburón.
Según publica esta semana la revista Science, de la atenta observación del viaje de Nicole los científicos han llegado a la conclusión de que los tiburones blancos -una especie en peligro de extinción- son mucho más vulnerables a la pesca comercial de lo pensado hasta ahora, porque han demostrado que las dos mayores poblaciones conocidas de estos animales, la de Australia y la de las costas surafricanas, están interconectadas entre sí, lo que puede suponer que el número de ejemplares que quedan sea realmente menor de lo pensado hasta ahora.
Para llevar a cabo la investigación, el equipo internacional de biólogos atrapó a una hembra adulta de tiburón -P12 o Nicole para sus más ellegados- que nadaba en aguas de Sudáfrica, para colocarle un transmisor con un GPS y un sensor de profundidad. Después de dejar al animal en libertad, los científicos pudieron seguir a distancia el viaje de Nicole, que tardó 99 días en 'plantarse' en aguas australianas. Unos seis meses después de llegar allí, la hembra fue vista de nuevo en su 'hogar' africano.
Según la asociación Wildlife Conservation Society (WCS), que ha cofinanciado el estudio, el viaje de Nicole ha sido "la migración más rápida de cualquier animal marino que conozcamos".
Los científicos han estudiado a fondo el viaje de 11,100 kilómetros de Nicole a través de los océanos, para entender mejor cómo viven y viajan los tiburones blancos. De su estudio se desprende un dato que será fundamental para el entendimiento de su comportamiento: el 66% del tiempo el tiburón estaba a menos de cinco metros de profundidad, aunque pasaba importantes cantidades de tiempo en lo más profundo del océano.
Nadar casi a ras de superficie podría haber permitido al tiburón utilizar 'pistas celestes' para su nevgeación y no perder el rumbo.
Gracias al estudio del viaje, los cientificos han podido por primera vez reconstruir las pautas mifgratorias de estos animalesque aunque realizan larguísimos viajes, luego pasan meses haciendo 'pequeñas patrullas' cercanas a sus costas 'natales' en busca de comida.
Lo más complicado del estudio ha sido capturar un ejemplar de tiburón blanco para poderle poner el transmisor, una tarea que sólo lograron hacer con Nicole, aunque el equipo de científicos estuvo observando un grupo de 32 tiburones blancos durante 15 meses, pero sólo basándose en identificaciones fotográficas de cada ejemplar.
Los tiburones blancos son unos de los animales más temidos por el hombre desde hace siglos. Con un tamaño medio que oscila entre los cuatro y seis metros de longitud, y son uno de los mayores depredadores de los océanos, aunque -en contra de lo creído- los humanos no son su presa común. Son capaces de desplazarse por el agua a casi cinco kilómetros por hora, lo que les permite atravesar el ïndico y volver en menos de nueve meses.