Aprovechando los preciosos dias que el inicio del invierno nos está trayendo, esta tarde, como otras tardes más, he ido a dar un nuevo paseo por el campo. Campo no nos falta por aquí, y para los que disfrutamos de él, siempre hay un motivo para recordarlo. Hoy he estado fotografiando los olivos de mi pueblo. Un cultivo muy importante por lo económico y, como veréis, también por lo paisajístico, al integrarse perfectamente en el entorno.
¿Monte u olivos?. Decidme si es fácil de distinguir:
Los olivares se plantan en las faldas de las sierras bastantes veces, y en laderas de umbría, por su mayor humedad, y gracias a que es un árbol muy resistente a los fríos invernales:
Estos son los protagonistas de este reportaje. Los olivos, árbol mediterráneo donde los haya. Ántes poco menos que despreciado y ahora objeto de culto entre gastrónomos por su cosecha, o entre paisajistas, por su porte:
Aunque los encontramos en cualquier sitio, no veremos en la Sierra de Calatrava las interminables y monótonas sucesiones de olivos de otras regiones. Aquí los veremos muchas veces confundiéndose con el entorno más natural, formando parte de él:
No era por cierto el único en andar entre olivos:
Y como despedida, la sierra en la que hoy nuevamente, me he movido y disfrutado:
P.D: Y si me muevo en la sierra es gracias a mi sufrida cabalgadura. Como dedicatoria y para que no se me mosquee, aquí os la enseño
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Saludos