Independientemente de la definición de ola de calor, tan arbitraria una como otra, estos días en España van a ser históricos.
Que en Lanzarote se fulmine su récord de calor para mayo, y se supere el de bastantes capitales de provincia tan distantes como Sevilla o Soria, y ahora el record queda arrasado en bastantes puntos de la Comunidad Valenciana, incluido Valencia Aeropuerto (que venía del 99 con 5 grados menos), no es que sea una ola de calor, que es lo de menos. Es que es sencillamente excepcional.
Y en la primera quincena de mayo,
Y los 30 grados en estos valles en la primera quincena de mayo, alteran más a personas, plantas y animales, que una ola de calor estricta según criterios de julio o agosto.
Un saludo