Es que la verdad no sabemos a qué nos enfrentamos en un futuro, pues todas estas sustancias tóxicas que nos rodean todavía desconocemos su verdadero alcance tanto para nosotros como para otras especies. El mundo es actualmente un enorme laboratorio en el que quienes lo manejamos somos a la vez los manejados, las ratas de laboratorio. Desde luego, de seguir con la pasividad institucional al respecto, mal futuro nos espera en cuanto a enfermedades o trastornos nuevos. Los cambios tan rápidos a que estamos sometiendo el ecosistema global no pueden ser absorvidos, en forma de adaptación, por ninguna especie, ni de coña
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Saludos.