Aunque no estamos en mayo, abril no ha sido especialmente lluvioso (tampoco ni mucho menos seco por aquí), ni marzo especialmente ventoso, la verdad que los encinares, dehesas y matorrales, la sierra de mi pueblo, están verdaderamente floridos y hermosos. Ayer, 26 de abril, me di una vuelta, un trozo a coche, otro a pata, y estas son las fotografías que hice. En la mayoría no hace falta mas comentario, las fotos hablan por si mismas. A ellas voy:
En parte, mi paseo es para ir viendo el lugar donde me pondré en la próxima romería de San Isidro, que se celebrará en estos encinares. Ahora estan muy solitarios, pero dentro de quince dias, será bastante diferente:
Yo he pensado en dos sitios para comer
. Entre estas dos encinas:
O al lado de esta casa, mas que nada por si lloviese (ojalá
) y hay que meterse dentro:
No me he quedado aquí, he seguido avanzando. Aunque pueda no parecerlo, esto de debajo es el camino:
Tiene hierba..., mucha hierba. Como todo el campo, que está tremendo:
En fin, es momento de dejar el coche y seguir a pata por terrenos menos llanos. Este es un buen sitio. Todo absolutamente verde:
¿Pensais que serán capaces de comerse toda la hierba?:
Otras dehesas, tirando de zoom, lucen así:
Y bueno, los que hayais visto algunos de mis reportajes, reconocereis esta silueta. No puedo evitarlo, acabo el reportaje con él. El Castillo de Calatrava La Nueva, que luce espectacular en esta espectacular primavera:
Esperemos que no tarde demasiado en volver a llover, y este aspecto del campo se prolongue mucho tiempo mas.
Un saludo