Es posible que se produzca lo inverso, en las condiciones actuales, el equilibrio de las masas de aire se producirá cuando llegue el invierno, entonces, debido a que la génesis de borrascas se ve favorecido por unas aguas más calidas de los normales, podremos tener un frente polar en latitudes bajísimas.
De todas maneras, es una situación bastante curiosa, meteorológicamente hablando. Este tipo de anomalías, aunque aburridas, no hacen más que confirmarme las posibilidades climáticas anuales, además coincide con una dinámica entretenida en el mediterráneo, donde confluyen las eventuales ondulaciones del jet con inestabilidad de tipo subtropical.
Si por un casual se mantuviera esta situación durante parte del invierno, estaríamos hablando de registros hídricos bajísimos en gran parte de Europa. Habrá que seguirlo con el interés que se merece.