De lo que sí puedo dar fe , es de la excelencia del café como cultivo consevacionista de las zonas montañosas y húmedas en las cuales se produce muy bien. Ciertamente se han desarrollado variedades más productivas que crecen al sol abierto pero que se agotan rapidamente y hay que fertilizar con químicos muy frecuentemente. El café plantado por métodos tradicionales a la sombra de árboles , como el guamo (Inga sp) o el bucare tardan más tiempo en empezar a producir y dan menos rendimiento, pero lo hacen por largos años y forman un microambiente fresco y de alta conservación del suelo, con el consecuente mantenimiento de las cuencas hídricas. Lamentablemente este cultivo por diversas razones, entre ellas las económicas, tiende a desaparecer de esta zona y es probable que alguien como yo, que se crió entre cafetales, no pueda mostrarle un planta de café a un nieto algún día, sino a traves de fotos
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