Algunas pegas.
Por muy caliente que esté el agua marina, los huracanes no se pueden formar en las cercanías del Ecuador, por ser allí nula la fuerza de Coriolis.
Por otra parte, el aumento del CO2 atmosférico tiene más repercusión de calentamiento en altura que en superficie, por lo que su incremento haría disminuir teóricamente el gradiente vertical de temperatura, lo cual frenaría el desarrollo de huracanes.
Hay diversos investigadores que creen que es muy difícil que se calienten las aguas tropicales porque allí el incremento de la evaporación con la temperatura actúa como un termostato: enfría el agua superficial.
Además, según otros, como Ramanathan, el aumento de la evaporación incrementa la opacidad de la nubosidad, especialmente de los cirros tropicales, y enfría la superificie marina.