y de " Ultima Hora menorca"
www.ultimahora.es/menorcaUna Tromba descarga 70 litros en una hora y causa estragos en Ciutadella
La lluvia provocó un centenar de urgencias por inundaciones y desperfectos en la vía pública
D. MARQUÈS
Una impresionante tromba de agua arrojó durante la madrugada de ayer 182'8 litros de lluvia en el norte de Es Mercadal en el plazo de tres horas, un registro pluviométrico de la estación de Son Ametller que, según el director del Centre Meteorològic, Agustí Jansà, sólo se había contabilizado «otras dos o tres veces» durante el último siglo. El único precedente data de 1958, cuando cayeron en Ciutadella hasta 194 litros, una cifra jamás superada.
El aguacero, que se produjo entre la una y las cuatro de la madrugada, no causó especiales problemas en el casco urbano de Es Mercadal, pero sí en la zona rural del norte del municipio. La tormenta derribó algunas parets seques en el Camí de Tramuntana y el campo quedó anegado. En el Prat de Lluriach, el agua creció de forma considerable hasta aproximarse muy cerca de la carretera.
La tormenta se desplazó posteriormente hasta Ciutadella, donde la lluvia torrencial ocasionó desperfectos e inundaciones tanto en edificios privados como de titularidad pública. En apenas una hora, entre las cinco y media y las seis y media de la mañana, en la estación meteorológica de Son Quim llegaron a contabilizarse 74 litros por metro cuadrado, que fueron 79'2 en el puerto. 45 litros se recogieron en el intervalo de poco más de quince minutos.
La lluvia vino acompañada en un primer momento de fuerte viento, y hasta llegó a conformarse un pequeño cap de fibló, que amainó al cabo de poco tiempo, lo que evitó que quedaran afectados árboles, postes de electricidad y señales de tráfico. El aparato eléctrico tampoco descargó con especial virulencia, ya que en toda la noche sólo se registraron 266 relámpagos en las inmediaciones de Menorca, tanto en mar como en tierra.
El cuerpo de bomberos y la Policía Local recibieron un centenar de llamadas, que dieron lugar durante toda la mañana a 56 salidas, en las que se movilizaron también dos unidades de Protección Civil.
Sótanos y áticos se inundaron, al igual que el patio del colegio público Mare de Déu del Toro. Las obras que se practican en el Canal Salat, precisamente para resolver el problema de anegamientos y corregir el riesgo de eventuales avenidas de agua, complicaron en este caso la situación, ya que uno de los puentes que allí se construye había taponado la salida.
No obstante, los efectivos de seguridad priorizaron las actuaciones en la plaza Europa, donde contenedores de basura quedaron desparramados sobre el suelo, y la Vía Perimetral, que tuvo que ser cortada provisionalmente al tráfico a primera hora de la mañana. El agua llegaba incluso a la altura de las rodillas de los bomberos que se habían desplazado hasta la zona, mientras efectivos de la brigada de obras localizaban las arquetas para que el agua fuera evacuada con rapidez.
La fuerza de la lluvia dejó también su sello frente al Museu Municipal del Bastió de Sa Font, donde una filtración de agua entre las capas asfáltica y de sustentación provocó la rotura del firme y dio lugar a que se levantara parte del asfalto. Este percance obligó a la Policía Local a desplazar dos unidades de tráfico para regular la circulación.
Un incidente muy parecido se detectó horas después en la calle Canonge Moll, donde se levantó una parte de la acera. Los residentes en las calles Cabrera y Barcelona sufrieron asimismo las consecuencias de la existencia de una canalización no suficientemente preparada para la evacuación de aguas pluviales.
A los vecinos de Son Oleo el chaparrón les cogió desprevenidos, escasas horas antes de que empiecen las obras de construcción de la nueva red de pluviales ya adjudicada por el Ajuntament.
Los bomberos tuvieron que cortar un árbol situado frente al antiguo 'Café Balear', que amenazaba con derribarse peligrosamente sobre la vía pública.
La lluvia también se cebó con la nueva terminal portuaria, que quedó inoperativa al haberse inaugurado este verano pese a carecer de un sistema de infiltración. El agua entró en el edificio y discurrió por su interior hasta bajar por el puerto, dañando los sistemas informáticos de los puestos de venta dispuestos por las navieras.
Ports tardó poco en reconocer su error y en anunciar la adopción de medidas de urgencia para que la situación se reproduzca en el futuro. Mientras, sus trabajadores en Ciutadella se afanaban en achicar agua para restablecer la normalidad lo más pronto posible.
Edificios municipales, como el Ajuntament, el polideportivo, el Teatre des Born y la sala municipal de exposiciones de El Roser, también sufrieron daños, aunque de escasa consideración. Las inundaciones, de carácter leve, son imputables a los problemas estructurales que padecen.
Las consecuencias de la tromba de agua también se dejaron notar durante toda la tarde. Los cables eléctricos se mojaron, lo que provocó apagones que afectaron a diferentes zonas de la trama urbana. La más llamativa dejó a oscuras una parte de Sa Contramurada». Todos los problemas afectaron al casco urbano y se extendieron únicamente a las urbanizaciones de Sa Caleta y Cala en Blanes.
Con todo, la tarde transcurrió mucho más tranquila. La lluvia reapareció a partir del mediodía, pero lo hizo de forma tímida y en todas las poblaciones de Menorca. El aeropuerto, donde no había llovido en toda la noche, recogió 7 litros entre las seis de la mañana y las siete de la tarde.
El propio alcalde de Ciutadella, Llorenç Brondo, y el concejal de Serveis Generals, Germán Jover, contactaron a lo largo de la jornada con varios de los afectados para ofrecerles su colaboración. Es más, el edil se comprometió a «impulsar las actuaciones necesarias para que, dentro de dos o tres años, no haya una sola calle que no esté preparada para evacuar el agua de lluvia. Lo que ha sucedido hoy no puede repetirse».