Pese a que sea artificial por actuación humana para frenar las dunas de la costa atlántica y la erosión costera, sigue siendo un bosque espectacular en el que la especie más representativa, el Pinus Pinaster, no es exótico (y por tanto ya existía de forma natural antes de la creación del enorme bosque artificial.)
También se puede encontrar en dicho bosque especies como Quercus Ilex, Quercus Suber, Quercus Pyrenaica y Quercus Robur, lo que le da al predominante ambiente atlántico un bonito toque mixto euromediterráneo.
La meteorología que en los meses veraniegos se suele dar en la zona (especialmente en el sector septentrional del mismo), que consiste en veranos bastante soleados y secos comparándolos con el verano vasco (ausencia de estratos al no haber montañas que creen retención orográfica) ayuda a dar a toda la zona un toque aún más mágico.

Pues eso, pasemos a discutir sobre este bello paraje en el cual disfruto cada vez que visito a nuestros vecinos del norte.

Pues yo poco que añadir a parte de lo ya expuesto, es un lugar que se ha regenerado rápidamente y que ahora luce espectacular.
Se presupone que en años venideros halla un retroceso del sistema dunar en favor de la vegetación, pero este avance ya sería mínimo ya que la reforestación de pinaster casi ha ayudado a alcanzar el límite natural del ecosistema de bosque.
Así que sólo queda que el bosque madure y aumente su biodiversidad.

A ver si el pinaster empieza a ser más valorado para la reforestación aquí en España como se hizo antaño, ya que ha sido muy ninguneado tachándolo de invasor por culpa del desconocimiento político y el favor de muchos viveros que han hecho su agosto con el halepensis (más barato y de menos marras).