Hola a tod@s¡¡¡¡¡
El suelo de Huelva libera energía con los terremotos 
Huelva. La condición de la provincia de Huelva, unida al resto del sur de la comunidad autónoma andaluza y la zona del levante español, como uno de los principales focos de actividad sísmica de la Península Ibérica ha derivado en el presente verano en el registro de un total de nueve terremotos en la geografía onubense, aunque siempre de baja intensidad, hasta el punto de que sólo el primero, localizado el 9 de julio al noroeste del término municipal de Ayamonte, fue percibido por la población de esta localidad. La ubicación de Huelva dentro de la zona de influencia de las placas tectónicas euroasiática y africana y la proximidad de la falla Azores-Gibraltar convierten en algo habitual la detección de movimientos sísmicos en la provincia, de modo que, lejos de una situación preocupante, los terremotos acaecidos, sobre todo en la zona costera onubense, no rebasan las fronteras de la normalidad. De hecho, según informa el director de la red sísmica del Instituto Geográfico Nacional, Emilio Cardeño, mayor alarma suscitaría la ausencia de terremotos en una franja en la que éstos se dan con cierta frecuencia o, en el extremo opuesto, si se produjera a diario un número considerable que oscilara entre diez, veinte o treinta sacudidas ocasionadas por fuerzas que actúan en el interior del globo.
Los riesgos surgirían, por consiguiente, en el caso de que Huelva permaneciera un extenso espacio de tiempo sin sufrir la embestida de casi imperceptibles movimientos de tierras, en la medida en que, como afirma Emilio Cardeño, se acumularían excesivas dosis de energía entre las placas tectónicas, lo cual podría desembocar en una violenta rotura de fallas y, en consecuencia, en un terremoto capaz de causar efectos funestos. No obstante, sólo se trata de una posibilidad, no de un hecho garantizado, así que no porque la provincia dejara de ser el epicentro de seísmos durante un periodo prolongado se vería condenada a la llegada de algún episodio catastrófico.
También crearía un clima de incertidumbre el fenómeno contrario, la constante sucesión de terremotos en un mismo día. Unas circunstancias ante las que el Instituto Geográfico Nacional presta una atención especial mediante un seguimiento de las magnitudes de cada movimiento sísmico y la tendencia de los mismos a desplazarse de unas coordenadas geográficas a otras, con el fin de captar su evolución y prever posibles desgracias. En este caso, según las explicaciones del director de la red sísmica, puede ocurrir que se trate de un acontecimiento puntual repetido a lo largo de varios días y que luego desaparezca sin originar ningún daño, por lo que tampoco se puede interpretar como un anuncio de un terremoto de gran magnitud.
El carácter moderado ha presidido el capítulo de temblores estivales inaugurado en la provincia de Huelva el 9 de julio con un seísmo de 2,8 grados de magnitud en la escala de Richter, el único que llegó a provocar un estruendo perceptible para la población de este municipio. Los ocho terremotos registrados durante el resto del verano (siete de ellos con epicentro en el suroeste del mapa onubense) fluctuaron entre una magnitud máxima de 2,2 grados (caso del seísmo localizado en Beas el pasado 26 de agosto) y una mínima de 1,5 grados (movimiento de tierra detectado el pasado 3 de septiembre en el océano Atlántico), por lo que todos pasaron inadvertidos para los habitantes de los núcleos costeros. Y es que, según la escala de Richter, aquellos seísmos cuya magnitud es inferior a 3,5 grados no suelen ser percibidos por la población. Cuando superan este límite, por regla general, se traducen en daños menores y ya por encima de los 6,1 grados de magnitud generan perjuicios severos en áreas habitadas por importantes concentraciones de personas. En última instancia, se considera un gran terremoto (aquel que puede motivar la destrucción total de las comunidades cercanas) a movimientos de tierra cuya magnitud supera los 8 grados.
Menor es la importancia de los seísmos registrados en Huelva entre julio y septiembre si se les compara con los acontecidos en el resto del mundo en las últimas semanas, entre los que destacan el temblor generado en el océano Pacífico, en las coordenadas 41,56 grados de latitud Norte y 169,94 grados de longitud Oeste, el pasado 3 de septiembre, cuya magnitud alcanzó los 6,1 grados en la escala de Richter. Más grave aún fue el terremoto detectado dos días antes al Este de la península de Kamchatka, en Rusia, con una magnitud de 6,4 grados.
Sin embargo, al margen de la magnitud, hay que tener en cuenta que los efectos de un seísmo varían en gran medida en función de factores como la distancia, la condición del terreno o los estándares de construcción, entre otros. Las consecuencias de un terremoto son evaluadas por la escala de intensidad Mercalli, que estipula doce grados diferentes que van desde el I (sacudida sentida por pocas personas en condiciones favorables) al XII (destrucción total con perturbaciones de ríos, lagos y mares y lanzamiento de objetos hacia arriba).

Un saludo

Cierto es, la placa que tenemos abajito esta que no te veas...
Creo recordar que el golfo de Cadiz, es una zona donde se podrian originar tsunamis...Y creo que nosotros todavia no estamos concienciados del peligro que podemos tener

En Cádiz?? esperemos que no.

Aqui en Madrid nunca tenemos seismos, por pequeños que sean, nunca noté ninguno, la única vez que oí uno fue hace un año o alguno más cuando fue ese de Murcia, pues se notó en Madrid nada más que ese.

Hola a tod@s¡¡¡¡¡
El suelo de Huelva libera energía con los terremotos 
Huelva. La condición de la provincia de Huelva, unida al resto del sur de la comunidad autónoma andaluza y la zona del levante español, como uno de los principales focos de actividad sísmica de la Península Ibérica ha derivado en el presente verano en el registro de un total de nueve terremotos en la geografía onubense, aunque siempre de baja intensidad, hasta el punto de que sólo el primero, localizado el 9 de julio al noroeste del término municipal de Ayamonte, fue percibido por la población de esta localidad. La ubicación de Huelva dentro de la zona de influencia de las placas tectónicas euroasiática y africana y la proximidad de la falla Azores-Gibraltar convierten en algo habitual la detección de movimientos sísmicos en la provincia, de modo que, lejos de una situación preocupante, los terremotos acaecidos, sobre todo en la zona costera onubense, no rebasan las fronteras de la normalidad. De hecho, según informa el director de la red sísmica del Instituto Geográfico Nacional, Emilio Cardeño, mayor alarma suscitaría la ausencia de terremotos en una franja en la que éstos se dan con cierta frecuencia o, en el extremo opuesto, si se produjera a diario un número considerable que oscilara entre diez, veinte o treinta sacudidas ocasionadas por fuerzas que actúan en el interior del globo.
Los riesgos surgirían, por consiguiente, en el caso de que Huelva permaneciera un extenso espacio de tiempo sin sufrir la embestida de casi imperceptibles movimientos de tierras, en la medida en que, como afirma Emilio Cardeño, se acumularían excesivas dosis de energía entre las placas tectónicas, lo cual podría desembocar en una violenta rotura de fallas y, en consecuencia, en un terremoto capaz de causar efectos funestos. No obstante, sólo se trata de una posibilidad, no de un hecho garantizado, así que no porque la provincia dejara de ser el epicentro de seísmos durante un periodo prolongado se vería condenada a la llegada de algún episodio catastrófico.
También crearía un clima de incertidumbre el fenómeno contrario, la constante sucesión de terremotos en un mismo día. Unas circunstancias ante las que el Instituto Geográfico Nacional presta una atención especial mediante un seguimiento de las magnitudes de cada movimiento sísmico y la tendencia de los mismos a desplazarse de unas coordenadas geográficas a otras, con el fin de captar su evolución y prever posibles desgracias. En este caso, según las explicaciones del director de la red sísmica, puede ocurrir que se trate de un acontecimiento puntual repetido a lo largo de varios días y que luego desaparezca sin originar ningún daño, por lo que tampoco se puede interpretar como un anuncio de un terremoto de gran magnitud.
El carácter moderado ha presidido el capítulo de temblores estivales inaugurado en la provincia de Huelva el 9 de julio con un seísmo de 2,8 grados de magnitud en la escala de Richter, el único que llegó a provocar un estruendo perceptible para la población de este municipio. Los ocho terremotos registrados durante el resto del verano (siete de ellos con epicentro en el suroeste del mapa onubense) fluctuaron entre una magnitud máxima de 2,2 grados (caso del seísmo localizado en Beas el pasado 26 de agosto) y una mínima de 1,5 grados (movimiento de tierra detectado el pasado 3 de septiembre en el océano Atlántico), por lo que todos pasaron inadvertidos para los habitantes de los núcleos costeros. Y es que, según la escala de Richter, aquellos seísmos cuya magnitud es inferior a 3,5 grados no suelen ser percibidos por la población. Cuando superan este límite, por regla general, se traducen en daños menores y ya por encima de los 6,1 grados de magnitud generan perjuicios severos en áreas habitadas por importantes concentraciones de personas. En última instancia, se considera un gran terremoto (aquel que puede motivar la destrucción total de las comunidades cercanas) a movimientos de tierra cuya magnitud supera los 8 grados.
Menor es la importancia de los seísmos registrados en Huelva entre julio y septiembre si se les compara con los acontecidos en el resto del mundo en las últimas semanas, entre los que destacan el temblor generado en el océano Pacífico, en las coordenadas 41,56 grados de latitud Norte y 169,94 grados de longitud Oeste, el pasado 3 de septiembre, cuya magnitud alcanzó los 6,1 grados en la escala de Richter. Más grave aún fue el terremoto detectado dos días antes al Este de la península de Kamchatka, en Rusia, con una magnitud de 6,4 grados.
Sin embargo, al margen de la magnitud, hay que tener en cuenta que los efectos de un seísmo varían en gran medida en función de factores como la distancia, la condición del terreno o los estándares de construcción, entre otros. Las consecuencias de un terremoto son evaluadas por la escala de intensidad Mercalli, que estipula doce grados diferentes que van desde el I (sacudida sentida por pocas personas en condiciones favorables) al XII (destrucción total con perturbaciones de ríos, lagos y mares y lanzamiento de objetos hacia arriba).

Un saludo

Hola.

Es sólo para decirte que en la reunión de mañana en el CMT
de Andalucía Occidental es posible que toquemos este tema
pues no es la primera vez que, aprovechando la presencia
del Director del Instituto Geográfico Nacional (en Andalucía),
hablamos de este tema, y vemos simulaciones, videos, etc.

Si no vas, ¿quiéres que le haga alguna pregunta?

Un saludo.

Hola a tod@s¡¡¡¡¡
El suelo de Huelva libera energía con los terremotos 
Huelva. La condición de la provincia de Huelva, unida al resto del sur de la comunidad autónoma andaluza y la zona del levante español, como uno de los principales focos de actividad sísmica de la Península Ibérica ha derivado en el presente verano en el registro de un total de nueve terremotos en la geografía onubense, aunque siempre de baja intensidad, hasta el punto de que sólo el primero, localizado el 9 de julio al noroeste del término municipal de Ayamonte, fue percibido por la población de esta localidad. La ubicación de Huelva dentro de la zona de influencia de las placas tectónicas euroasiática y africana y la proximidad de la falla Azores-Gibraltar convierten en algo habitual la detección de movimientos sísmicos en la provincia, de modo que, lejos de una situación preocupante, los terremotos acaecidos, sobre todo en la zona costera onubense, no rebasan las fronteras de la normalidad. De hecho, según informa el director de la red sísmica del Instituto Geográfico Nacional, Emilio Cardeño, mayor alarma suscitaría la ausencia de terremotos en una franja en la que éstos se dan con cierta frecuencia o, en el extremo opuesto, si se produjera a diario un número considerable que oscilara entre diez, veinte o treinta sacudidas ocasionadas por fuerzas que actúan en el interior del globo.
Los riesgos surgirían, por consiguiente, en el caso de que Huelva permaneciera un extenso espacio de tiempo sin sufrir la embestida de casi imperceptibles movimientos de tierras, en la medida en que, como afirma Emilio Cardeño, se acumularían excesivas dosis de energía entre las placas tectónicas, lo cual podría desembocar en una violenta rotura de fallas y, en consecuencia, en un terremoto capaz de causar efectos funestos. No obstante, sólo se trata de una posibilidad, no de un hecho garantizado, así que no porque la provincia dejara de ser el epicentro de seísmos durante un periodo prolongado se vería condenada a la llegada de algún episodio catastrófico.
También crearía un clima de incertidumbre el fenómeno contrario, la constante sucesión de terremotos en un mismo día. Unas circunstancias ante las que el Instituto Geográfico Nacional presta una atención especial mediante un seguimiento de las magnitudes de cada movimiento sísmico y la tendencia de los mismos a desplazarse de unas coordenadas geográficas a otras, con el fin de captar su evolución y prever posibles desgracias. En este caso, según las explicaciones del director de la red sísmica, puede ocurrir que se trate de un acontecimiento puntual repetido a lo largo de varios días y que luego desaparezca sin originar ningún daño, por lo que tampoco se puede interpretar como un anuncio de un terremoto de gran magnitud.
El carácter moderado ha presidido el capítulo de temblores estivales inaugurado en la provincia de Huelva el 9 de julio con un seísmo de 2,8 grados de magnitud en la escala de Richter, el único que llegó a provocar un estruendo perceptible para la población de este municipio. Los ocho terremotos registrados durante el resto del verano (siete de ellos con epicentro en el suroeste del mapa onubense) fluctuaron entre una magnitud máxima de 2,2 grados (caso del seísmo localizado en Beas el pasado 26 de agosto) y una mínima de 1,5 grados (movimiento de tierra detectado el pasado 3 de septiembre en el océano Atlántico), por lo que todos pasaron inadvertidos para los habitantes de los núcleos costeros. Y es que, según la escala de Richter, aquellos seísmos cuya magnitud es inferior a 3,5 grados no suelen ser percibidos por la población. Cuando superan este límite, por regla general, se traducen en daños menores y ya por encima de los 6,1 grados de magnitud generan perjuicios severos en áreas habitadas por importantes concentraciones de personas. En última instancia, se considera un gran terremoto (aquel que puede motivar la destrucción total de las comunidades cercanas) a movimientos de tierra cuya magnitud supera los 8 grados.
Menor es la importancia de los seísmos registrados en Huelva entre julio y septiembre si se les compara con los acontecidos en el resto del mundo en las últimas semanas, entre los que destacan el temblor generado en el océano Pacífico, en las coordenadas 41,56 grados de latitud Norte y 169,94 grados de longitud Oeste, el pasado 3 de septiembre, cuya magnitud alcanzó los 6,1 grados en la escala de Richter. Más grave aún fue el terremoto detectado dos días antes al Este de la península de Kamchatka, en Rusia, con una magnitud de 6,4 grados.
Sin embargo, al margen de la magnitud, hay que tener en cuenta que los efectos de un seísmo varían en gran medida en función de factores como la distancia, la condición del terreno o los estándares de construcción, entre otros. Las consecuencias de un terremoto son evaluadas por la escala de intensidad Mercalli, que estipula doce grados diferentes que van desde el I (sacudida sentida por pocas personas en condiciones favorables) al XII (destrucción total con perturbaciones de ríos, lagos y mares y lanzamiento de objetos hacia arriba).

Un saludo

Hola.

Es sólo para decirte que en la reunión de mañana en el CMT
de Andalucía Occidental es posible que toquemos este tema
pues no es la primera vez que, aprovechando la presencia
del Director del Instituto Geográfico Nacional (en Andalucía),
hablamos de este tema, y vemos simulaciones, videos, etc.

Si no vas, ¿quiéres que le haga alguna pregunta?

Un saludo.

Hola Termos
La verdad es que no puedo ir...ojala...jejeje¡¡¡
Bueno,yo del tema de los Terremotos ando un poco crudo...no se mucho...me gustaria saber a partir de que escala un terremoto se puede sentir
Tambien me gustaria saber a partir de que escala existe riesgo de que se produzca un maremoto
Muchisimas Gracias Termos
Un abrazo¡