Tampoco te creas que se han complicado mucho la vida.
Las estaciones automáticas más avanzadas vienen con alimentación solar, o los sensores llevan baterías, que avisan cuando les queda poca energía.
Su alcance es de unos 100 metros sin obstáculos, y existen aplificadores de señal proporcionados por la propia casa de la estación, pero con un alcance máximo de 1 km sin obstáculos. Una vez instalada, la estación se comunica con el ordenador, al cual va enchufada una base. La base recibe los datos y los pasa al ordenador, que tiene aplicaciones de almacenamiento de datos en bases de datos, y también para ponerlos en red.
No hace falta un ordenador potente para este menester. Solo que tenga un puerto serie (o USB, pero es preferible el puerto serie, que no consume recursos de sistema ni produce cuelgues), Windows 98 o superior, o Linux (hay aplicaciones compatibes con algunas estaciones), y conexión a Internet. Si quieres ofrecer datos en tiempo real ha de estar siempre conectado. El datalogger almacenará los datos en caso de desconexión o corte de la luz, y cuando se reanude la misma transmitirá los datos al ordenador.
El problema viene cuando queremos ofrecer datos en tiempo real de una estación que no tiene conexión a Internet cerca, o un ordenador.
Yo estoy en la misma disyuntiva. Quiero poner una estación en una propiedad que está a 1 km en linea recta, pero con obstáculos de edificaciones y obras públicas, etc... La idea sería transmitir los datos a mi casa y de ahí ya a la red.
Si la estación no va a estar lejos de casa, o sea, del ordenador, es fácil de instalar y configurar. Por cierto, si la pides al extranjero te puedes ahorrar bastante pasta.