En Yurty, no lejos de Ojmjakon, se alcanzan los -57.8. Poco a poco, por la ausencia de vientos, la bolsa gélida siberiana va profundizándose. Espectacular este otoño-invierno en Siberia. Las altas presiones continentales se encargan de que no pasen vientos y así el aire frío se acumula en los valles.
El este Siberiano es una zona impermeable al paso del jet. Por el lejano sur pasa con fuerza, China y Japón, dejando esa zona libre. Por el norte el Polo no es zona de jet por motivos obvios. Por el este el cinturón pacífico atrae y aúna la corriente en chorro, y por el oeste los restos de la corriente del Golfo que puedan hacer subir de latitud el jet, se curvan en Siberia central. Por tanto Siberia oriental es una zona de pocos vientos en toda la verticalidad de su atmósfera. Esto hace que las altas presiones no tengan resistencia ninguna para empujar hacia los valles el frío nocturno, y también diurno ya que Yurti ha tenido, por ejemplo, una máxima de casi -56.
Llevamos cerca de 20 días de temperaturas por debajo de los -50 en la Siberia oriental, sobre todo en los valles del Indigirka y del Aldan, afluente del Lena.