Reina el tiempo anticiclónico primaveral con periodos largos de sol en los nortes, temperaturas diurnas suaves y frescas durante la noche, especialmente en medianías altas y cumbres donde aun son frías. Los vientos soplan del NE de flojos a moderados en general.
Para la Semana Santa no se aprecia cambios importantes por lo que seguiremos bajo el dominio del alisio entre débil y moderado. El lunes y martes cabe esperar un descenso de las temperaturas, especialmente en zonas altas por la influencia de una lejana vaguada, pero a partir del miércoles comenzarán a recuperarse. Los vientos del Ne continuarán soplando de flojos a moderados con alguna racha fuerte, principalmente en los extremos NW y SE de las islas y entre canales.
Anecdotario.-
Entre la segunda mitad de Marzo y primera mitad de abril de 1984, fue lluvioso en las zonas orientadas al sur e interior de las islas, principalmente. Profundas borrascas afectaron durante varios días a las islas con precipitaciones y vientos fuertes del SW y W. En marzo de este año, en una estación del norte de Madeira, registró un total de 845.1 mm y 18 días de precipitación que causaron importantes corrimientos de tierra.
En aquel tiempo, Dominguito "El Arriero" (q.e.d.), natural de las medianías de Guía y residente del Barrio de La Atalaya, trabajaba para la explotación de galerías de agua de la Caldera de Taburiente de La Palma. A comienzos de los años ochenta vinieron de esta isla en su búsqueda: era el único arriero que quedaba en todo el archipiélago capaz de emprender tan ardua empresa de riesgo y fatiga. El trabajo consistía en transportar la dinamita -escoltado por una pareja de la Guardia Civil- en cuatro o cinco mulos a través de veredas tortuosas y peligrosas de los imponentes riscales de la profunda caldera hasta la cumbre. En más de una ocasión se le despeñó al abismo un animal con la carga tras un mal tropiezo. A finales de abril de 1984, disfrutando de unos de los periodos vacacionales, vino un sábado a mi casa a verme y tras el saludo, le pregunté: "Dominguito, lo encuentro mucho más delgado, ¿algún problema de salud?." Con cara de aflicción y mirándome fijamente a los ojos, me respondió: "De salud estoy bien, gracias a Dios, pero no te puedes imaginar las fatigas y penurias que he pasado en los últimos dos meses por culpa del mal tiempo. Fueron días y días soportando una lluvia que no paraba, viento y frío. No se lo deseo ni a mi peor enemigo."
Saludos.