Buen debate se ha desatado con los smart telescopes.
Aunque llevo casi cuarenta años de afición a la astronomía y hemos observado lo que podíamos, la aparición en este caso del Seestar para mí ha sido revolucionario.
Para empezar, no sirve para las fantásticas imágenes de Bastardi, pero para todo lo demás, conocerlo es amarlo.
Para los que vivimos en zona de cielos penosos y escasos creo que trae mucha cuenta.
Lo tengo desde hace un año y he tomado más imágenes que los últimos cinco años.
Algo tan simple y habitual como fotografiar los objetos Messier, te quita las dudas del objeto que estás mirando, no digamos cuando estamos en Berenice con sus galaxias.
He tomado un tránsito de la ISS por el Sol que no me había salido tan enfocado en todas las que había tomado antes.
Y para mí lo más principal su portabilidad, lo metes en la mochila, subes un monte y lo tienes un funcionamiento en dos minutos. Comparado con los desplazamientos con el equipo tradicional y la puesta en estación, en el tiempo que tardas ya has hecho todo el trabajo con el Seestar.
La visión de las nebulosas, o tienes unos oculares el doble de caros que el propio Seestar o no ves ni taba. Las imágenes y su inmediatez con los smart no tiene precio.
Ayer mi Seestar tuvo que competir con dos Origin de Celestron, que juega en otra liga, pero por peso 3kg <=>20Kg y precio 680 <=> 5000, me sigue dando muchísimas satisfacciones.
Para fotografiar el Tsuchinshan, que a veces solo había 20 minutos de cielo entre nubes, el Seestar lo montas y desmontas y atrapado.
Como lo dejas trabajando puedes dedicarte a observar, con prismáticos, fotografiar con cámara a Vía Láctea... para los que era una tarea laboriosa tratar las imágenes después y el tiempo que empleas, la elección ha sido muy positiva.
Y sigue mejorando...