La Atmósfera de la Tierra escapa al espacioDe manera constante, el oxígeno escapa de la atmósfera de la Tierra hacia el espacio Mediciones llevadas a cabo por satélites durante las décadas de 1980 y 1990, mostraron que los iones que se escapaban viajaban más rápido cuanto más alto se observaban. Esto significaba que había implicada algún tipo de aceleración. Hoy en día, recientes trabajos con datos recogidos por un grupo de satélites de vuelo en formación llamados Cluster, muestra que el propio campo magnético de la Tierra es responsable de la aceleración de este proceso. Pero no hay que preocuparse; comparado con las reservas de gas vital que tiene la Tierra, la cantidad que se escapa es insignificante. Sin embargo, en un futuro lejano, cuando el Sol empiece a calentarse debido a su edad, el equilibrio puede cambiar y el escape de oxígeno puede convertirse en algo significante.
Con datos recogidos entre 2001 y 2003, los Cluster acumularon información sobre haces de átomos de oxígeno eléctricamente cargados, llamados iones, que escapaban hacia el espacio por las regiones polares. Los Cluster también midieron la fuerza y dirección del campo magnético de la Tierra cuando los haces estaban presentes. Hans Nilsson, del Swedish Institute of Space Physics, dirigió un grupo de científicos espaciales que analizaron los datos. Descubrieron que los iones de oxígeno estaban siendo acelerados por cambios en la dirección del campo magnético. “Es algo así como un efecto tirachinas”, dice Nilsson.
Disponer de las cuatro naves Cluster fue esencial para el análisis, porque proporcionaron a los astrónomos un modo de medir la fuerza y la dirección del campo magnético en un área amplia. “Los Cluster nos permitieron medir el gradiente del campo magnético y observar cómo cambiaba de dirección con el tiempo”, dice Nilsson.
Antes de la era espacial, los científicos creían que el campo magnético de la Tierra estaba compuesto únicamente por partículas que provenían del viento solar, un flujo constante de partículas que emanan del Sol. Pensaron que este campo formaba un colchón enorme que protegía la atmósfera de la Tierra de la interacción directa con el viento solar.
“Es ahora cuando empezamos a darnos cuenta de cuántas interacciones tienen lugar realmente entre el viento solar y la atmósfera”, dice Nilsson. Las partículas energéticas del viento solar pueden canalizarse a través de las líneas de los campos magnéticos y, al impactar en la atmósfera de la Tierra, pueden producir las auroras. Esto tiene lugar en los polos de la Tierra. Las mismas interacciones proporcionan a los iones de oxígeno la energía suficiente para salir de la atmósfera y llegar al entorno magnético de la Tierra.
Los datos de los Cluster se recogieron en los polos mediante satélites a una altitud de entre 30 000 y 64 000 kilómetros y están ayudando a los científicos a entender que podría ocurrir en el futuro. “Sólo podremos predecir esos cambios futuros si entendemos los mecanismos que los provocan”, dice Nilsson.
http://www.astroseti.org/noticia_3504_la_atmosfera_tierra_escapa_espacio.htm