La influencia de la electricidad atmosférica en los seres vivos

Iniciado por FRENTEFRIO, Miércoles 26 Julio 2006 19:55:51 PM

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FRENTEFRIO

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Que los seres humanos son sensibles a la electricidad atmosférica es creencia popular generalizada y también tema de conversación en círculos médicos y científicos. El atribuir a la electricidad la sensación de agobio, malestar e incluso estados de depresión que muchas personas padecen bajo situaciones tormentosas, es cosa corriente. Que el tiempo atmosférico y, sobre todo, sus cambios bruscos, nos afectan física o al menos psíquicamente es un hecho indiscutible y de todos conocidos.

El caso es que el algunos países, las condiciones atmopsféricas reinantes en la comisión de ciertos delitos son consideradas como atenuantes por la legislación penal. El caso de suiza respecto a las situaciones de "fhöen", constituye quizá el ejemplo más revelador. Por otra parte la historia está llena de casos en los que, aparentemente, la situación atmosférica tuvo mucho que ver con la toma de decisiones trascendentales, e incluso en movimientos de masas. Por ejemplo, se ha dicho que la sentencia a muerte del monarca Carlos I por el Parlamento inglés, bajo la dictadura de Cromwell, influyó decisivamente el que fuese dictada bajo una situación de vientos fríos y secos del NE, los que al parecer tienen la virtud de alterar la proverbial flema británica.

Si sabemos con seguridad que estamos sujetos a las influencias de la temperie, lo que no tenemos tan claro es como tales influencias son ejercidas, sobre todo cuando no muestran aparente relación con aquellos elementos climáticos a los que nuuestro organismo se muestra más directamente sensible como son la temperatura y la humedad del aire. Respecto a la presión atmosférica y en contra de la creencia popular, debemos descartarla, pues si bien el cuerpo humano es muy sensible a las variaciones de presión asociadas con los grandes cambios de altitud, no sucede con las variaciones, mucho más reducidas, que como consecuencia de la evolución del tiempo se experimentan a un nivel determinado. En realidad las personas que dicen ser sensibles a "los cambios de presión" lo que sienten en realidad son los cambios de otros elementos atmosféricos que suelen acompañar a la evolución de los sistemas de presión.

Así como en la atmósfera intervienen muchos factores e innumerables variables, recientes estudios han venido a demostrar que lo que en realidad afecta a las personas es la carga iónica de la atmósfera, repartida entre iones positivos y negativos. Se ha demostrado que éstos juegan un papel importante respecto a los efectos del tiempo en las personas.

La propia naturaleza de la estructura físico-química de los iones, junto al importante papel que al lado de ellos desempeña la presencia del vapor de agua, aboga en favor de la tesis que confiere cierto significado biológico al estado de ionización de las distintas masas de aire.

La gran complejidad de los procesos de ionización que tienenb lugar en la baja atmósfera, unida a la escasez de series largas de datos fidedignos sobre concentraciones de iones de distinta naturaleza, dificultan en gran manera llegar a conclusiones definitivas relativas a la relación causa-efecto.

En cualquier caso, el hecho es que la electricidad atmosférica constituye un elemento fundamental de la "biometeorología humana" a la que tanto la Organización Mundial de la Salud como la Organización Meteorológica MUndial, vienen prestando especial atención, sobre todo a partir de 1.975, cuando ambos organismos recomendaron conjuntamente a todas las naciones que estudiasen las posibles acciones de distintos parámetros de la electricidad ambiental en los seres humanos.

Toda la vida en la tierra depende en gran medida de los nitratos contenidos en los suelos. Estos compuestos de nitrógeno son fácilmente solubles, por lo que si no fueran continuamente repuestos acabarían por desaparecer al ser arrastrados por la lluvia, los arroyos y los ríos para ir a parar finalmente al mar; la vida continuaría en el mar, pero la tierra se convertiría en un desierto. Afortunadamente existen un tipo de bacterias "fijadoras del nitrógeno"; más que fijarlo ellas mismas fuerzan al nitrógeno a combinarse con otros átomos, lo que las hacen vitalmente importantes para la vida en nuestro planeta.

Aparentemente, la acción de estas bacterias es complementada por las descargas eléctricas producidas en las tormentas. Siempre que fulgura el rayo , el aire que lo rodea adquiere temperaturas altísimas; antes de enfriarse, el calor generado fuerza a que las moléculas de nitrógeno y oxígeno del aire se combien para formar anhídrido de hidrógeno. Este se disuelve en el agua de las nubes y lluvias de tormentas generadoras de rayos, dando lugar a la formación de ácido nítrico, que al precipitar a la tierra se convierte en nitratos, con lo que ayuda a fertilizar los suelos y hacer posible la vida terrestre.


EL HOMBRE Y SU AMBIENTE ATMOSFERICO
INOCENCIO FONT TULLOT

Estación Meteorológica de Ojáiz-Peñacastillo (Cantabria) Página web: OJAIZMETEO
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