Publicado el dia 3 en el Información
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Cultura ordena reconstruir la casa adosada en ruinas de la Torre Conde
Una mercantil participada por Ortiz asumirá el coste como propietaria
MANUEL DOPAZO
La restauración de la Torre Conde, destacado ejemplar del conjunto de baluartes de la Huerta alicantina declarado Bien de Interés Cultural (BIC), no sólo incluirá el propio elemento defensivo, sino también la casa anexa, que deberá ser reconstruida en su volumetría, al estar en ruinas, y con sus elementos más destacados. Así lo exige la Conselleria de Cultura a Orvi, la mercantil participada por Enrique Ortiz propietaria del suelo en el que se asienta el BIC, que ya ha presentado el proyecto integral para su aprobación.
Esta es la primera vez que se va a reconstruir una de estas viviendas adosadas a las Torres, pese a que se encuentra literalmente en ruinas desde comienzos de los años 90 del pasado siglo, fruto del vandalismo del que ha sido objeto en distintas ocasiones, ante la indiferencia de la anterior propietaria.
La Torre Conde está situada en La Condomina, a espaldas de las instalaciones de Montemar de la Albufereta. Desde hace dos años la Torre pertenece a Orvi (mercantil integrada por Enrique Ortiz y Viviendas del Mediterráneo). Se trata de unos terrenos con gran futuro residencial.
Desde el primer momento, Orvi acató la exigencia de Cultura de restaurar la Torre Conde, en avanzado estado de deterioro, y el pasado verano presentó el proyecto a Cultura, tal como informó este periódico. Ahora, ante el nuevo requerimiento de la Conselleria, ya ha presentado la modificación del mismo, que incluye la reconstrucción de la vivienda anexa.
La situación en la que se encuentra dicha vivienda la describe con elocuencia el proyecto de restauración, redactado por el arquitecto Marius Beviá, en el que se dice, textualmente, que «la casa que existía adosada a la Torre es hoy un montón de ruinas», y se añade que «en un primer momento existía un edificio exento de pequeñas dimensiones y la Torre defensiva», con «arco de medio punto y pilastras de capiteles toscanos, propios en Alicante a finales del XVI».
El proyecto añade que en la parte izquierda de la cada adosada «se aprecia la existencia de una gran bodega resuelta con dos crujías, siendo el eje central de apoyo una sucesión de arcos de medio punto formados por sillería de grandes dimensiones», y concluye añadiendo que «todo el conjunto de la fachada estaba formado por sillares muy bien trabajados».
La vivienda adosada se remonta al siglo XVI, aunque sufrió modificaciones en los siglos XVIII y XIX. Sin embargo, el vandalismo de finales del siglo pasado la dejó, según señala el proyecto, «totalmente arruinada, habiendo desaparecido las tejas y maderas de los forjados, así como una parte importante de la sillería de las fachadas». No obstante, el proyecto indica que «se conservan las dovelas de los arcos de la bodega desmontadas en el suelo», y destaca que «milagrosamente está en pie el arco toscano del primitivo vestíbulo».
Pues bien, el proyecto de reconstrucción incluye la reproducción volumétrica de la casa, así como la fachada de sillería de la bodega y los arcos toscanos.
Una amplia intervención en el baluarte
Por lo que respecta a la Torre, que es el elemento fundamental de la restauración, en el proyecto se propone un amplio conjunto de medidas, entre las que destacan: El apuntalamiento general de todos los forjados de la Torre, levantamiento y conservación de los grafitis existentes de mayor interés, construcción de un andamio perimetral para la reparación y rejuntado de todos los parámetros verticales con el cierre de los huecos que no son de época, elevación de sus muros con mampostería y silería tomada con morteros bastardos de cal, demolición de los forjados leñosos y reconstrucción de los mismos a base de bovedillas de hormigón aligerado, reparación con yeso de la escalera de caracol y formación de cubierta con gárgola de salida de aguas.