El pueblo o alqueria conserva su construcción propia: casas pequeñas con sus muros en redondo, edificadas con piedra y barro, tejados de pizarra, balconadas sujetas en vigas de pizarra o madera, pasiles que unen distintas viviendas, calles estrechas sin dar paso a vehiculos y lo que es más apreciado por su arte, el antiguo arco que da entrada a la parte antigua del pueblo. Sus calles son empedradas y la mayoria delimitadas por las propias viviendas, hay algunas plazas de pequeño tamaño decoradas con fuentes.