Habéis olvidado un factor muy importante de la mortalidad de las olas de calor, la adaptación del ser humano al calor depende de cada punto del planeta, y esta adaptación es mayor al calor en climas cálidos como en Phoenix, y menor en climas fríos como Moscú. Así hay un umbral térmico de la temperatura máxima que es diferente en cada ciudad a partir del cual cada grado que se sube se produce un aumento exponencial de la mortalidad. Este umbral en Barcelona es de 32,3º, en Madrid de 35º, en Sevilla de 38º, según he leído.