Ahora a los tornados ya les lláman Huracanes de baja intensidad
lo que hay que leér
, esta informacion ha aparecido hoy en El Mundo-La Cronica de León posiblemente el fenómeno sea un Tornado y por los destrozos que comentan un F1, el que lo fírma un tal Pery Lechuga
se ha lucído y el periódico igual por su fálta de rigór en no saber diferenciar un Huracan de un Tornado
Un huracán de baja intensidad provoca destrozos y un herido leve en San Pedro de los Oteros
León
Una nave de Cecilio Pastrana perdió por completo la cubierta como consecuencia del intenso remolino de aire. / PERY LECHUGA
SAN PEDRO.— Los cuarenta habitantes de la pequeña localidad de San Pedro de Los Oteros pensaron por unos momentos que el mundo se acababa cuando, hacia las seis de la tarde del pasado martes, el casco urbano fue afectado por un huracán de baja intensidad, aunque la suficiente como para arrasar todo lo que encontró a su paso en un frente de unos 120 metros, aproximadamente.
Los vecinos aseguraban ayer que «nunca había ocurrido esto aquí y, aunque el remolino de viento solo duró escasos minutos, por momentos pensamos que era el fin del mundo, pues las uralitas de las casas, naves y cuadras volaban de un lado para otro sobre las viviendas y lo mismo ocurría con las vigas o cuartones de madera de un peso estimable en las que estaban sujetas». «No sabíamos hacia dónde ir para evitar ser aplastados por maderas, tejas y uralitas que volaban sobre el pueblo de un lado para otro como si fuesen servilletas de papel, y tampoco sabíamos donde irían a caer finalmente», relataba ayer un vecino aún estremecido: «Menos mal que el fuerte remolino solo duró escasos minutos y que, por fortuna, no hay que lamentar desgracias personales, porque pudo ocurrir una auténtica tragedia».
Según Cecilio Pastrana, propietario de una de las viviendas afectadas por el fuerte viento, «yo estaba sembrando y no me percaté de lo que pasaba pero después comprobé que la práctica totalidad de las placas del tejado y las vigas de madera de un cubierto de mi propiedad fueron arrancadas y lo mismo pasó con parte de los canalones, que quedaron totalmente destrozados. Después, el vendaval siguió en dirección al cementerio, donde se produjeron daños y arrancó cruces de las tumbas. A continuación, el remolino salió del casco urbano hacia el campo y debió desaparecer, porque no hemos oído que afectara a otros pueblos cercanos».
Aunque se vivieron momentos de desconcierto en San Pedro de los Oteros, el resultado final de los desperfectos ocasionados por el pequeño huracán serán solucionados en su mayor parte por medio de las pólizas de seguros de inmuebles, ya que, por fortuna, los habitantes se libraron de milagro de ser atrapados por cascotes, maderas, tejas y chapas utilizadas en las cubiertas de viviendas, almacenes y naves.
Una de las personas que se libraron de resultar heridos como consecuencia del destrozo de las ventanas del salón en que se encontraba en compañía de su nieta, fue Ángel Santos, quien refería lo sucedido: «Cuando comenzó un estruendo que nunca había oído en mi vida miré por la ventana del salón, donde me encontraba con mi nieta, y en principio me quedé paralizado al ver como volaban tablas, vigas de madera, chapas y otras cosas por encima de los edificios. De pronto me di cuenta de que el remolino venía hacia mí y de forma instintiva me tiré debajo de la mesa del salón, al mismo tiempo que se reventaban los cristales del ventana. Todo fue en un momento y cuando me levanté del suelo comprobé que algunos cristales se habían incrustado en la pared del otro lado del salón. Afortunadamente, ni mi nieta ni yo sufrimos daño alguno, aunque el susto fue monumental».
Numerosos vecinos de San Pedro se dedicaron en las primeras horas de la mañana de ayer a recoger todos los restos esparcidos por el remolino de aire en numerosas calles mientras recordaban cómo contenedores de basura fueron arrastrados «como juguetes» por el fuerte vendaval que llegó a arrancar de su pedestal una mesa de obra de más de 200 kilos de peso que se hallaba junto a la entrada de una bodega situada junto al casco urbano.
Por otro lado, la presión del aire destrozó cerraduras de viviendas y persianas mientras que tiestos y otros elementos pesados fueron trasladados en todas direcciones por las calles de San Pedro de los Oteros durante los minutos que duró el remolino, parecido al ocurrido ahora hace más de tres años en la localidad de Valdespino Cerón donde produjo daños similares en la cubiertas de varias naves, granjas y viviendas.
Enlace a la noticia: El Mundo La Cronica de León
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