Extraordinario Josillo
Tú lo has dicho, lo que nunca se debió hacer... y que desgracidamente se sigue haciendo y más que nunca, ya no solo en la costa, sino en el interior (espeluznante el cambio de las sierras de Buñol y Siete Aguas, de frondosos bosques a eriales, canteras y brutales roturaciones para urbanizaciones
)
No me extraña que los moros no se quisieran ir... el Levante era un paraíso, con bosques densos a orillas del mar, fuentes, aguas cristalinas, huertas con frutales que eran jardines del Edén, pesca, caza, nieve en las montañas...
Ahora somos casquijo y escombro